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Rafael Monje

Todo fluye en las elecciones municipales de Zamora

Zamora es el único bastión en el que una capital de provincia lleva el apellido de Izquierda Unida

Dibujo sobre una apuesta

Fue un tal Heráclito quien sentenció algo parecido a ‘Todo fluye y nada permanece’, que resulta que no es literal pero que sí es muy ilustrativo. Al parecer, el bueno de Heráclito dijo que ‘Nadie se baña en el río dos veces porque todo cambia en el río y en el que se baña’. Me quedo con la segunda versión, aunque seguro que el filósofo de Éfeso no pensaba en términos electorales cuando reflexionó de esa manera.

Como el río son las elecciones municipales, los que se bañan son los candidatos, algunos de los cuales se ahogarán irremediablemente (entiéndase la licencia lingüística).

El caso de Zamora no deja de ser peculiar. Es el único bastión en el que una capital de provincia lleva el apellido de Izquierda Unida, sí, ese partido que, también de forma irremediable, Alberto Garzón y sus acólitos han conducido por el sinuoso camino de la irrelevancia. El alcalde de Zamora, Francisco Guarido, consiguió lo que parecía imposible y volcó el atávico carácter de derechas de Zamora hacia el color rojo eléctrico. Primero, en colaboración con el Partido Socialista que, por cierto, ha ido de mal en peor en Zamora, especialmente con Antidio Fagúndez a la cabeza, que fue lo suficientemente listo como para quitar de la ecuación a la ceutí Mar Rominguera y hacerse con el suculento puesto de diputado nacional por Zamora.

Sin duda, y así lo certifican las previsiones, Jesús María Prada conseguirá mejores resultados que los obtenidos por su predecesora, Mayte Martín, pero otro cantar es que vaya a desbancar a un Guarido que, muy probablemente, acabe presentándose

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El candidato socialista a la Alcaldía es uno de los protegidos de Antidio Fagúndez, un ‘millenial’ llamado David Gago con muy buenas intenciones y bien considerado. De esas personas que transmiten la confianza en que desean hacer algo positivo por sus conciudadanos y sus conciudadanas y sus conciudadanes, (dicho sea así en el triste honor de Irene Montero).

Pero vuelvo a Izquierda Unida. Nadie tiene la certeza de que Francisco Guarido vaya a presentarse por tercera vez consecutiva. El líder de la versión zamorana de la irreductible aldea gala parece estar cansado, pero todavía no ha dicho ni sí ni no, aunque se antoja lo más probable. En el que fuera su primer mandato, accedió a la Alcaldía en coalición con el PSOE, mientras que en el segundo obtuvo la increíble cifra de catorce concejales, algo que en este momento se ve dificilísimo. Para empezar, no va a recibir tampoco el voto de castigo de la derecha, que se dio una patada en su propio culo hace casi cuatro años.

Mientras se deshoja la margarita de partidos y candidatos, entre los que figura Ahora Decide; posiblemente, Por Zamora; Vox y su sempiterna historia de amor-odio con los medios locales que hace que casi nadie se atreva a hablar en público si no lo autoriza el gran jefe… Puede que el actual presidente de la Diputación, Francisco José Requejo, se presente a las municipales bajo unas nuevas siglas, aunque no ha confirmado que vaya a dejar Ciudadanos, después de dar un amistoso corte de mangas a Jesús María Prada, candidato del Partido Popular a la Alcaldía, quien le ofreció ser su número dos.

Se ha creado una situación complicada porque la persona que se convierta en lugarteniente de ‘Chuchi’, nombre de batalla que ya se populariza por Zamora, será, sin remedio, el segundo plato y así se lo harán ver propios y extraños a cada paso.

Sin duda, y así lo certifican las previsiones, Jesús María Prada, o sea, Chuchi, conseguirá mejores resultados que los obtenidos por su predecesora, Mayte Martín, pero otro cantar es que vaya a desbancar a un Guarido que, muy probablemente, acabe presentándose. Es obvio que Guarido no sacará 14 ediles (mayoría absoluta), pero no sería extraño que obtuviera, al menos, la mitad, como mal menor. Sumados a un mínimo de cinco que podría conseguir David Gago, duplicando así la debacle de los pasados comicios, ya suma como para que las cuentas del PP sean muy apretadas, salvo que Ciudadanos salve sus posaderas, que Vox lo pete o que, por qué no, la candidatura encabezada por Requejo dé la sorpresa.

Todo fluye.

Y dicen que las elecciones son aburridas.

Esto va a ser divertidísimo.

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