Zamoreando

Los genes y el peso

Estamos condenados desde que nacemos a estar gordos o delgados

ESPAÑA OBESIDAD INFANTIL

ESPAÑA OBESIDAD INFANTIL / Brais Lorenzo

Carmen Ferreras

Carmen Ferreras

La lucha que hombres y mujeres mantenemos con el dichoso peso, acaba por convertirse en un incordio. Cuando se tiene buen saque, lo mejor es candar la boca para tratar de perder lo que sobra y que siempre se localiza en la cintura y en la cadera, por lo menos en cuanto a las mujeres se refiere. A poco que nos descuidemos, salvo que se tenga una genética especial, los kilos se van acumulando y haciéndonos la puñeta.

El debate sobre las raíces genéticas de la obesidad es largo y aún no está definitivamente cerrado. Sin embargo, una nueva investigación podría aportar cierta luz al respecto. Un estudio publicado en la revista “Genome Biology”, da cuenta del hallazgo de la versión de un gen que estaría implicado en la nutrición celular y que confiere a los individuos que lo portan una menor tendencia a acumular grasa y engordar. En otras palabras, las personas que nacen con esa modalidad genética tienen más facilidad para permanecer delgados de por vida.

Aunque cada vez en el mundo hay más obesos, sobre todo niños y niñas, no es menos cierto que hay personas con un tipo envidiable a pesar de los años

Estamos condenados desde el nacimiento a estar gordos o delgados dependiendo del susodicho gen. Un gen que permite que algunas personas puedan comer sin freno todo lo que quieran sin ganar peso, mientras las que no lo portan tienen una mayor facilidad para engordar y por lo tanto deben poner más cuidado en su alimentación, siguiendo una dieta equilibrada que amortigüe el peso.

En la actualidad se conocen cerca de cien marcadores genéticos que tienen que ver con la obesidad. Se trata de variantes de genes que aumentan en mayor o menor medida la probabilidad de tener un Índice de Masa Corporal elevado. Uno de los coautores del trabajo publicado en la prestigiosa revista, advierte que «esto no significa en absoluto que quienes tengan esta variante puedan comer en exceso sin engordar», pero lo cierto es que la presencia de esta variante, que poseen el 60% de los europeos, marca una mayor tendencia a la delgadez. De ser así, 6 de cada 10 ciudadanos de Europa podrían mantener su figura por debajo de los umbrales del sobrepeso con facilidad.

Y aunque cada vez en el mundo hay más obesos, sobre todo niños y niñas, no es menos cierto que hay personas con un tipo envidiable a pesar de los años. Por desgracia, en seres humanos no es posible aislar el efecto de la variante genética de otros muchos factores genéticos y ambientales que pueden influir en el peso. Pero la ciencia puede imitar su acción en ratones de laboratorio. El estilo de vida (dieta, ejercicio) cuentan más que los genes, pero no cabe duda de que hay personas cuyo ADN les ayuda a esforzarse menos para estar en forma.

Suscríbete para seguir leyendo