A quien nos quiera escuchar: El pueblo de Zamora que teme por su escuela

LOS NIÑOS JUEGAN EN EL PATIO A LA HORA DEL RECREO

LOS NIÑOS JUEGAN EN EL PATIO A LA HORA DEL RECREO / EMILIO FRAILE

Cartas de los lectores

Cartas de los lectores

Tengo 32 años y he tenido la suerte de ir a la escuela en mi pueblo, Villanueva del Campo, en una escuela rural. Ahora, con amigos y amigas docentes, y como representante del Consejo Escolar, me he dado cuenta del impresionante esfuerzo de los maestros y maestras de las escuelas en el medio rural.

Y es que la escuela en un pueblo no tiene solamente el papel de educar a los niños, sino que cumple un engranaje importantísimo con las familias, favoreciendo así la proximidad y la mayor participación de éstas con los docentes para tratar a cada niño de forma personalizada.

La escuela en un pueblo no tiene solamente el papel de educar a los niños, sino que cumple un engranaje importantísimo con las familias, favoreciendo así la proximidad y la mayor participación de éstas con los docentes

Y qué decir de lo que aporta el cole a nuestro pueblo, un colegio que tiene matriculados a día de hoy 50 alumnos, muy lejos de aquellos años en los que estaba el centro abarrotado, pero algo nada desdeñable si lo comparamos con muchos de los municipios de alrededor que tienen su colegio cerrado; o incluso los municipios donde los pocos niños tienen que ir en autobús al colegio más cercano, a varios km de distancia; nos podemos hacer una idea de la importancia que tiene mantener abierto el centro, y más en esta población de la denominada “España vaciada”. Hay que considerar que este número de alumnos es una buena noticia de la que sentirse orgullosos y por esa razón tenemos que luchar para mantener este colegio.

Todo esto lo que le da al pueblo es vida, algo que poco a poco parece que se está perdiendo y los que tienen el poder para detener la situación no hacen nada para evitarlo.

Estamos en el año 2022, casi ya en 2023, y en Villanueva del Campo, al igual que en otros muchos municipios de Tierra de Campos, el mayor problema se llama despoblación. Esa palabra que llena la boca de nuestros políticos (sobre todo cuando se acercan elecciones), personas influyentes y la opinión pública en estos últimos meses y años, pero que nosotros, y por nosotros me refiero y creo que hablo en nombre de todos los habitantes de estos pueblos, llevamos sufriendo muchos años, décadas incluso en muchos de ellos. Y aquí la razón de escribir estas líneas: La reciente noticia de la reducción de media jornada del profesorado de infantil con música en nuestro centro (CRA Villanueva del Campo). Después de contactar desde el Consejo Escolar y el AMPA de este colegio el área de Educación en la provincia, y tras la negativa a lo que refiere a esta plaza de infantil, he querido dar a conocer públicamente esta situación.

El resultado de estas reducciones de horarios del profesorado nos llevará a un desmantelamiento de la escuela rural y quedará abocada a su desaparición como ya está ocurriendo en muchas localidades de alrededor, y eso es algo que no podemos consentir.

La reciente noticia de la reducción de media jornada del profesorado de infantil con música en el CRA Villanueva del Campo nos llevará a un desmantelamiento de la escuela rural y eso es algo que no podemos consentir

Lo que no es entendible es cómo, si el año pasado ya existían unas necesidades concretas en el centro, este año con esta reducción de jornada en esta plaza, va a resultar imposible cubrir las necesidades de los niños. Recordemos que las necesidades del centro siguen siendo las mismas y no están cubiertas.

Lo único que va a ocasionar esta situación es una repercusión negativa en todos los niños y en su educación. El resultado de este recorte será que los niños y niñas de Villanueva del Campo no tendrán acceso a la educación que necesitan.

Por estas razones lo que se solicita es que se mantengan al menos las mismas plazas de profesorado y con las mismas jornadas del año anterior ya que son necesarias para el buen funcionamiento del centro. Estamos hablando del futuro de un colegio entero, del futuro de 50 niños de la localidad (un elevado número de ellos tienen algún tipo de necesidad educativa) y del futuro del pueblo en general. Si no hay profesores suficientes, no es posible tener calidad en la enseñanza.

Otra cosa que debemos tener en cuenta y tenemos que poner en valor, es el difícil papel que tienen los maestros rurales, con la tarea de formar, más que el de enseñar a los niños. Y por eso quiero manifestar el agrado y satisfacción actual de todos los padres y madres, y de todo el pueblo en general, con la labor de la actual dirección del centro y de todos los maestros que desempeñan día a día su labor en el centro, destacando el gran trabajo y dedicación de la directora actual.

La labor de un maestro rural principalmente es atender y dar respuesta a las necesidades educativas que tengan los alumnos de las zonas rurales, donde los niños no tienen las mismas oportunidades ni los mismos servicios que un niño que resida en una ciudad o pueblo más grande. El ejemplo está en actividades fuera del horario escolar, como pueden ser acudir a una academia de refuerzo académico, donde los niños del medio rural tendrían que desplazarse a donde hubiera.

Y volviendo a la España Vaciada, si me quitas los profesores, ¿cómo va a querer la gente que su hijo vaya a una escuela que no tiene profesionales? Al final, el resultado será que cierren los colegios rurales y nos toque ir a pueblos más grandes.

Incluso los profesionales están hartos de las falsas promesas de aumentos de recursos y de profesorado, de bajar las ratios… No hace falta que envíen recursos tecnológicos si luego no va a haber profesionales que los puedan utilizar porque nos cierran los colegios.

Los niños de las zonas rurales tienen el mismo derecho a ser atendidos y recibir una educación de calidad igual que cualquier niño de cualquier localidad de mayor tamaño.

Una cosa está clara, y de la que estamos seguros, es que con el futuro de los niños no se puede jugar. Es ahora cuando tenemos que poner en valor nuestro colegio y su extraordinario papel dentro de la sociedad y la vida del pueblo. Algo que le hace imprescindible. Y no vamos a dejar escapar la oportunidad de luchar el futuro del colegio de nuestro pueblo.

Como dice una amiga mía maestra rural: “La escuela rural es fantástica, incluso podría serlo mucho más si tuviera los recursos que se merece”.

Juan Manuel Hernández Centenero