Zamoreando

Rufián lo admite

Con la sedición acabará pasando lo que ha ocurrido con la Ley Montero

Gabriel Rufián

Gabriel Rufián / DAVID CASTRO

Carmen Ferreras

Carmen Ferreras

Que dejen de mentirnos de una pajolera vez. Los españoles estamos hartos de tantas mentiras, de tantas inconcreciones, de tantos disimulos, de tanto travestir la verdad. Llevamos carrerón tal que acabaremos por no saber quién dice la verdad y quien la mentira, acabaremos por no reconocer la verdad ante tanta falacia como se nos traslada desde los púlpitos del poder.

Que la reforma de la sedición estaba íntimamente relacionada con los presupuestos Generales del Estado que tanta alegría le han proporcionado a Sánchez, es un hecho constatado ya por Gabriel Rufián. Por mucho que la ministra de Defensa haya considerado, con demasiada benevolencia, que estas declaraciones del portavoz de ERC en el Congreso de los Diputados forman parte del “ámbito de campaña electoral”. Vamos, que se nota que el próximo año hay elecciones en España.

¿A quién creemos? Si la reforma del delito de sedición no fuera un hecho, creería al Gobierno. Tal y como están sucediéndose los hechos, creo a Rufián. En recientes declaraciones ha reconocido que tuvo que usar los Presupuestos como “palanca de fuerza”, precisamente para forzar a Sánchez a acabar con el delito de sedición. Cuan facilón es este presidente para los nacionalistas y los extremos. Sánchez sigue anteponiendo sus intereses personales a España y a los españoles.

Si la reforma del delito de sedición no fuera un hecho, creería al Gobierno. Tal y como están sucediéndose los hechos, creo a Rufián

Con todo esto acabará pasando lo que ha ocurrido con la Ley de Irene Montero. O esto cambia pronto o vamos a ver muchas cosas absolutamente atentatorias contra la unidad de España y las libertades de los españoles. Los líderes del ‘procés’ independentista catalán se verán limpios de polvo y paja, gracias a la pasión que un señor siente por un avión, el famoso ‘Falcón’, un palacio, el de la Moncloa, y unos palacetes veraniegos, como las Marismillas o La Mareta.

Rufián no se caracteriza por su discreción. Ha dejado, como en tantas otras ocasiones, con el culo al aire al presidente del Gobierno. Tan acostumbrado está ya Sánchez a lucir sus bien torneadas nalguitas, que no le importa el constante ‘striptease’ al que se ve sometido cada vez que le desmienten, cosa que ocurre casi siempre. El propio Rufián ha reconocido que cuando el Gobierno Socialista no les “marea”, les “miente”. Por lo tanto, actúan en consecuencia.

La proposición de ley del PSOE y Unidas Podemos para derogar la sedición, que ya ha superado dos votaciones en el Pleno del Congreso, tendrá su siguiente escala el próximo 9 de diciembre con la presentación de las enmiendas al articulado, y ahí se verá si algún grupo parlamentario apuesta por aprovechar para modificar igualmente el delito de malversación, como también pide ERC.

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