La Opinión de Zamora

La Opinión de Zamora

Luis Rodríguez San León

Las duras condiciones de las trabajadoras con dependientes

Aunque en los contratos, en los que hacen constar a jornada completa, indican 8 horas de trabajo efectivo, la realidad es que se prolonga indefinidamente

CONCENTRACION TRABAJADORAS AYUDA A DOMICILIO JAVIER DE LA FUENTE

La provincia de Zamora, como es notorio, está envejecida, siendo muchos los ancianos algunos dependientes, por decisión propia también por decisión de la familia, que contratan lo servicios de empresas de asistencia a domicilio, en lugar de ingresar en residencias públicas o privadas.

Muchas de estas empresas, también es notorio, que contratan para la prestación de servicios a domicilio, a mujeres, la mayoría migrantes latinas con escasa preparación académica o con estudios básicos, sin conocimientos como gericultoras, con las que se celebran contratos de servicio u obra determinado, para atender a personas concretas (sobre todo en los pueblos ) a las que se les cambia, discrecionalmente, su centro de trabajo, teniendo que firmar por miedo a represalias y pérdida de trabajo. Aunque dichas empresas emplean a muchas mujeres, en las mismas no cabe, ni se les ocurra plantearlo, la representación (delegado de personal o cómite de empresa) y por apenas1.000 euros netos, parte de extraordinarias incluidas, desarrollan jornadas de trabajo de 14 horas o incluso más.

En los contratos, en los que hacen constar a jornada completa, indican 8 horas de trabajo efectivo, pero a menudo la realidad es que la jornada se prolonga indefinidamente, pues siguen en el domicilio cuidando al anciano dependiente o al usuario dependiente, no considerando ese período de tiempo como de trabajo.

Estas trabajadoras carecen de libertad para hacer lo que quieran, a lo que hay que añadir que, durmiendo en el domicilio del usuario, tienen, y lo hacen, que estar al tanto y atender a cualquier incidencia o contingencia que se le presente al usuario

decoration

Estas trabajadoras carecen de libertad para hacer lo que quieran, a lo que hay que añadir que, durmiendo en el domicilio del usuario, tienen, y lo hacen, que estar al tanto y atender a cualquier incidencia o contingencia que se le presente al usuario.

Lo habitual es que este tiempo presencial no sea retribuido ni con el plus de disponibilidad que prevé el convenio colectivo de aplicación ni , como excede de lo que se considera presencial, como horas extraordinarias. En definitiva, están, por ponerle algún nombre, en un régimen de semiesclavitud por las necesidades económicas que tienen. Por supuesto, no le pagan ni les cotizan por esos trabajos, como no les hacen constar en sus nóminas la retribución en especie. Muchas de ellas reciben la manutención y duermen en el domicilio del usuario, que la empresa de asistencia incluye explicita o implícitamente en el contrato que firma con el usuario. Al no incluirlo en la nómina no lo cotizan a la Seguridad Social.

Por lo que me cuentan muchas afectadas, cualquier protesta supone la extinción del contrato y quedar desamparadas. Lo que nos sorprende, y denuncio por este escrito, es la pasividad de la Inspección de Trabajo y los organismos administrativos de control de estas actividades, creo que Junta de Castilla y León, por razones que ignoro y que, incluso, podían ser por relaciones personales con las titulares de las empresas. Y los reto a que pongan fin a esta lacra e injusto proceder, investigando a todas y cada una de las empresas de este sector y repongan a las trabajadoras en sus derechos desde las fechas o tiempos que por ley puedan.

Compartir el artículo

stats