La pregunta de Machado a los políticos: ¿Duermes?
Dominar el fuego permitió al género Homo conquistar la naturaleza, a la vez la especie sapiens acelerar el tiempo geológico hacia el actual Antropoceno.
El fuego se domina hasta que se escapa, eso lo saben los bomberos, se encomiendan a San Juan de Dios, el portugués Joäo Cidade Duarte, siglo XVI.
La imagen más representada del santo es una escena del hospital Real, en Granada, evacuando enfermos tras un incendio. En 1550 fallece por evitar un ahogamiento en el río Genil, fue un rescatista nato, además de samaritano. De Dios se adentra en el fuego, como el tabarés Ángel Martín con su excavadora en el incendio de Losacio, Zamora, julio de 2022.
Ese mismo mes, en Castilla, lo describe magistralmente Machado: “Sobre los agrios campos caía un sol de fuego”. Del poema “A orillas del Duero”.
Los bomberos tenemos nuestra propia oda al fuego, el himno: “Si destruyen violentas las llamas, cual lo hiciera en el santo hospital, su coraje malhechor, sin zozobra ni temor mi bravura de bombero vencerá.
-¡Bate, lucha, nunca decaigas!. Mira que Juan de Dios te da valor”.
Qué ejemplo nos dio Ángel Martín.
Tanto tiempo postrado en el hospital luchando por vivir, no hay versos que describan su sacrificio, sinceramente.
Nada mejora un silencio respetuoso, es cierto, pero debemos seguir nuestro lema: ¡Bate, lucha, nunca decaigas…!.
Como Ángel Martín, Daniel, Victoriano y Eugenio fueron arrebatados por el fuego que nos avisa: debemos estar preparados para futuras embestidas.
Estamos obligados a buscar respuestas para prevenir incendios, que no se cobren ni una sola vida más.
La pregunta la hace, así, Juan de Dios:
-¿Queda claro?-.
Se lo formula a la sociedad de su tiempo, les exige:
- “Haceos bien a vosotros mismos”.
Esto no es un responso. La clave está en seguir los principios de la actual Ley 17/2015 de Protección Civil, es decir, promover la autoprotección.
Como Ángel Martín, Daniel, Victoriano y Eugenio fueron arrebatados por el fuego que nos avisa: debemos estar preparados para futuras embestidas.
La otra pregunta, más etnográfica, la hace Machado:
-¿Esperas, duermes o sueñas?.
Se refiere el poeta a la Castilla ayer dominadora, hoy “envuelta en sus andrajos”. Literal para el tiempo en que Machado describía la tierra que le acogió y que tan bien supo describir.
La imagen de Ángel Martín combatiendo contra el fuego es la réplica de un soldado del fuego “firefigther”, de un hombre del fuego “fireman”.
Ángel no era un héroe, ni un bombero, era un hombre de pueblo que demostrará a los políticos que hacen leyes cómo aplicar el principio de precaución, protegiendo a las personas, animales y bienes ante un “calor de fuego” ya anunciado en ese mes de julio por Antonio Machado.
No hay mejor homenaje para Ángel, para Daniel, Victoriano y Eugenio, que decirles a los políticos que tienen la máxima responsabilidad en aplicar el principio de precaución, que empiecen a legislar poniendo en práctica medidas y medios, incluida la formación ciudadana para la autoprotección.
Si el vídeo, en donde Ángel levanta sus manos huyendo de ese infierno, no les remuerde la conciencia a los políticos, es que no les quedó claro la advertencia de Juan de Dios, ni mucho menos de Machado:
¿Esperas, duermes o sueñas?.
(*) Antropólogo, expresidente de la ONGD- “Bomberos de Asturias-Sin Fronteras”
