En este mundo, en que vivimos, las noticias buenas, no salen demasiado en la prensa, por desgracia si abundan las malas, para amargar más a las personas que las leemos en algún momento y los valores brillan por su ausencia.

Pienso yo que es porque no paramos a ver, reflexionar y contar que hay muchas personas que hacen cosas bonitas por los demás y no le damos importancia.

Estarán pensando a dónde quiero llegar, muy sencillo: a dar las GRACIAS con mayúsculas a la cartera que reparte la correspondencia por distintas calles, entre ellas, Pablo Morillo por ser una persona muy responsable con su trabajo, haga frío o calor lleva una sonrisa siempre en su cara para todos los que se encuentra, nunca falta su saludo cuando te la encuentras repartiendo las cartas en los buzones y siempre tiene una frase amable para las personas mayores, según sale o entra en el portal.

Podía darle las gracias personalmente, pero he decidido hacerlo así para invitaros a todos los que lean esta nota a tener pequeños detalles con los de su entorno y hacerles la vida más agradable

Y hoy quiero destacar el detalle que ha tenido conmigo, me llamó desde la calle y me dijo por mi nombre: “Por favor ¿me puedes abrir la puerta? Soy la cartera pero ahora te subo un sobre”. Pensé que sería algún certificado y que por eso subía, pero no, me dijo como era un sobre grande y “a lo mejor se te estropeaba lo que llevaba dentro, al introducirlo en el buzón, te lo he subido”. Me pareció un detalle tan bonito como la carta que venía dentro del sobre, que era de una hermana de otra persona, que también estuvo trabajando de cartera, hasta que la enfermedad la retiró de su oficio y tenía los mismos valores que a la que me refiero hoy. No pongo su nombre porque ni siquiera lo sé, no soy su amiga, pero por lo buena persona que es me gustaría serlo. El nombre no importa, lo importante es su comportamiento, su humildad y su cariño.

Podía darle las gracias personalmente, pero he decidido hacerlo así para invitaros a todos los que lean esta nota a tener pequeños detalles con los de su entorno y hacerles la vida más agradable.

Un trabajo bien hecho y con alegría es un ejemplo para todos los demás. Todas sus acciones son una semilla que tarde o temprano dará fruto.

Araceli Isidro Domínguez