La Opinión de Zamora

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Editorial azul

Hidrógeno verde en Zamora: una oportunidad que no puede repetir los errores de los embalses

Instalación inacabada del gasoducto MidCat en Hostalric (Girona). David Aparicio

En el siglo XX Zamora se convirtió en una potencia de producción eléctrica con la construcción de grandes presas. Casi un siglo después, las demandas de compensación de los municipios anegados siguen en las salas de los juzgados. El abandono de tierras ha dado paso a un interés creciente por el territorio zamorano para la instalación tanto de molinos eólicos, placas solares y, ahora, con el acuerdo europeo entre Portugal, Francia y España, la provincia se coloca en el epicentro de lo que muchos consideran como la verdadera alternativa sostenible como fuente de energía: la producción de hidrógeno verde. Zamora debe estar atenta y ser, de una vez, protagonista y no mera espectadora de cómo el desarrollo pasa de largo con el uso de sus recursos y de su tierra para ubicar en ella la futura tubería que se construirá desde la localidad portuguesa de Celorico da Beira, a través de la provincia, que se convierte en enclave estratégico en la península ibérica entre Portugal y el resto de Europa.

El convenio firmado el pasado jueves por los presidentes Pedro Sánchez, el portugués Antonio Costa y el francés Emmanuel Macron, entierra el proyecto del gasoducto “Midcat” a través de los Pirineos. Ahora recoge explícitamente el compromiso de concluir las interconexiones de gas renovable preparadas para el futuro entre Portugal y España. La estructura es un viejo anhelo hispanoluso que ahora, al fin toma forma, ya que será de obligado cumplimiento la ejecución de ese tramo de gasoducto proyectado desde 2009 entre Celorico da Beira y Zamora.

¿Qué puede ofrecer Zamora para que el paso de la autopista de energía sostenible hacia Europa le rente? Agua, sol y viento. El hidrógeno verde usa una tecnología que se basa en la generación este combustible universal, ligero y muy reactivo, a través de un proceso químico conocido como electrólisis. Un método que utiliza la corriente eléctrica para separar el hidrógeno del oxígeno que hay en el agua. Cuando esa electricidad se obtiene de fuentes renovables como la hidroeléctrica, se produce energía sin emitir dióxido de carbono a la atmósfera. A diferencia del carbón y del petróleo, solo emite vapor de agua y no deja residuos en el aire. Los expertos la dibujan como la gran alternativa para la creciente demanda energética. La Agencia Internacional de la Energía (AIE) prevé que el aumento de dicha demanda en todo el mundo pueda aumentar hasta un 30% en 2040, con el consiguiente reto para el ya gravísimo problema del cambio climático.

Esa gran senda hacia el futuro atravesará Zamora, pero requerirá mucho esfuerzo y voluntad evitar que pase de largo, como ha ocurrido otras tantas veces

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Hasta ahora, el mayor condicionante para su uso es el elevado coste de producción porque la energía procedente de fuentes renovables es más cara, voluble y requiere más potencia, además de presentar problemas de seguridad por tratarse el hidrógeno de un elemento muy inflamable. Sin embargo, la urgencia de acelerar el proceso de descarbonización ha producido ya grandes avances en la investigación, incluidos los proyectos que desarrolla el Consejo Superior de Investigaciones Científicas español. El Consejo Mundial del Hidrógeno vaticina que la producción se abaratará un 50% para 2030.

Estados Unidos a Rusia, China o Japón, apuestan decididamente por la generación de electricidad y agua potable a través del hidrógeno verde. Es también más sencillo de almacenar que las baterías de litio. Su utilidad ha sido ya probada incluso en misiones espaciales y se piensa en él como el futuro combustible de transporte pesado, aviación o transporte marítimo.

Esa gran senda hacia el futuro atravesará Zamora, pero requerirá mucho esfuerzo y voluntad evitar que pase de largo, como ha ocurrido otras tantas veces. En la actualidad existen al menos dos proyectos de instalación de plantas de hidrógeno verde en localidades de menos de 5.000 habitantes en Zamora. Como es habitual, se generaría una creación de empleo importante, unos 600 puestos en los dos casos citados, durante la construcción. Mucho menor sería el posterior, en la fase de explotación. Y es ahí donde, esta vez, hay que marcar la diferencia con lo que ocurrió en el siglo XX con el agua.

Ahora, más que nunca, se convierten en imprescindibles todo tipo de estímulos administrativos para la implantación de empresas que utilicen como combustible el hidrógeno verde. Que se apliquen de una vez políticas de discriminación positivas con tarificaciones especiales, más baratas, por cercanía de puntos de producción, almacenaje y red de transporte.

Ahora, más que nunca, se convierten en imprescindibles todo tipo de estímulos administrativos para la implantación de empresas. Que se apliquen de una vez políticas de discriminación positivas con tarificaciones especiales

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Solo de los dos proyectos dados a conocer hasta ahora para la provincia zamorana se estima una producción anual de 13.000 toneladas, lo que se traduce, llevado solo al transporte, en 330.000 repostajes al año y 231 millones de kilómetros recorridos con emisiones cero. Habrá quien vea aquí en lugar de una oportunidad de desarrollo, el cuento de la lechera, ese en el que Zamora siempre acaba con el cántaro hecho añicos. Pero dependerá, en gran medida, de los propios zamoranos que esta vez no se repita la historia y la provincia aproveche todas y cada una de las oportunidades que se le brindan para adueñarse de su futuro.

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