La Opinión de Zamora

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Carmen Ferreras

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Cuanta imbécil cría la política

Lo de la exministra Trujillo es de manicomio o de juzgado de guardia

Valla entre Ceuta y Marruecos Antonio Sempere - Europa Press

Por aquello de la igualdad que constantemente preconiza la izquierda podemita, titulo en femenino. La imbecilidad en política se da por igual en femenino y en masculino plural. Que quede constancia de ello. No hay más que escuchar las perlas que unas y otros ensartan todos los días en ese pesado collar que a modo de yugo llevamos todos los españoles. Malo lo de las perlas. Peor el atentado contra la unidad de España que a diario perpetran, casi siempre los políticos de la izquierda, que dan mucho por el saco y no se cansan.

A las arbitrariedades de Sánchez, acompañan las barbaridades de exministras, también socialistas, como la ex de Vivienda, María Antonia Trujillo. Lo de esta señora es de manicomio o de juzgado de guardia. Tiene una paranoia, patología de tratamiento complejo, con Ceuta y Melilla, digna de estudio por parte de los especialistas. Jobar, podría remar el fuera borda hacia aguas territoriales españolas. Pues no, prefiere hacerlo hacia aguas territoriales marroquíes.

En una entrevista publicada en un medio digital marroquí y después de haber afirmado Marruecos que “no tiene fronteras terrestres con España”, la exministra socialista ha vuelto a reiterar que hay que “devolver” Ceuta y Melilla a Marruecos. ¡Será imbécil! Que alguien le regale un libro de historia no manipulado por la podemía, claro. Ceuta nunca fue marroquí. Los emperadores romanos consideraron Ceuta como la Hispania Transfretana, con posterioridad pasó a ser parte de la Hispania Visigoda y el resto de vicisitudes históricas, figuran en los libros correspondientes. Lo cierto es que desde 1580 Ceuta es española. En ningún momento la historia menciona a Marruecos. Tres cuartos de lo mismo ocurre con Melilla.

No conforme con eso, la Trujillo ha asegurado, imbécil otra vez, que “la libertad de expresión e información está más amparada en Marruecos que en España”. Considera que si España, la de Sánchez, ha cambiado su posición tradicional sobre el Sahara, conserva la esperanza de que, en un arrebato, Sánchez haga lo mismo con ambas ciudades autónomas, islotes y peñones. Y ya puesta, las queridas y españolísimas Islas Canarias en las que también ha puesto sus ojos. Y, por qué no el Peñón de Gibraltar. Pero, claro eso es cosa de los británicos.

De verdad, cuánta imbécil cría la política. A esta señora quien, por cierto, reside en Marruecos, debieran declararla persona non grata en España. Estoy segura de que es tanta la libertad que se respira en Marruecos, que allí nadie osaría decir y hacer con el rey Mohamed VI lo que se hace y dice en España de los reyes Juan Carlos I y Felipe VI.

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