La Opinión de Zamora

La Opinión de Zamora

Laura Rivero

Zamora de pancarta y pandereta

Pese a estar despoblada aún resiste para pedir con razón la cabeza de quien, como el consejero Quiñones, sigue ciego negando las razones de que se haya quemado la Culebra

ZAMORA. MANIFESTACION ZAMORA ARDE JOSE LUIS FERNANDEZ

Zamora de charanga y pandereta, / los “diputaos” salían / contra el gobierno que causa sequías / y que a los pueblos ribereños deja / sin agua y sin negocios que en su orilla / que instalaron sin más, y ahora se cierran.

Zamora de pancarta y de la idea, / a la calle salía / (mas sin los “diputaos” en compañía) / porque a los pueblos de Zamora dejan / sin médicos que curen las heridas / del cuerpo y alma, que está en cuarentena.

Que el vano ayer engendrará un mañana / como el de hoy, de vaciado duradero. / En la diputación de tarambanas / de derechas con hechuras de centro; / a la moda de ahora, pancartistas, / (alguno liberal por empresario) / De estilo caciquil y especialistas / en cobrar de lo público un salario.

Que el firme ayer va a engendrar un mañana / mejor que hoy, con el embalse lleno, / del agua que es de todos, agua clara, / que un gobierno expropió para Iberduero. / Mal estilo de empresa, y egoísta, / se apropió del embalse en solitario / pero a los portugueses no podrían / quitarle un bien tan básico y tan claro: / y por ello hasta Porto debería / llegar el Duero un río solidario.

Esa Zamora que quedó desierta, / vieja y honrada, sobria y tal vez triste; / esa Zamora vaciada que aún revive / cuando se digna a usar la cabeza

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Esa Zamora que quedó desierta, / vieja y honrada, sobria y tal vez triste; / esa Zamora vaciada que aún revive / cuando se digna a usar la cabeza; / aún tendrá luengo parto de ladrones, / que utilizan del pueblo instituciones / y formas de luchar de otra manera.

La Zamora que trabaja en su tierra, / envejecida y luchadora, vive. / Pese a estar despoblada aún resiste / para pedir con razón la cabeza, / de quien como el consejero Quiñones, / sigue ciego negando las razones / de que se haya quemado la Culebra.

Y el dicho de porfía hidrológica / con otros diputados a su vera / brillará en la pancarta antilógica: / “El gobierno la provincia nos seca”.

Las pancartas que mueven la provincia / (doscientas veinte tras la pandemia) / gritaron que la sanidad moría / si el consultorio cerraba sus puertas. / (Como la sanidad es de la Junta / los “diputaos” huían de su vera).

El vano ayer engendrará un mañana / como el de hoy, de vacío verdadero, / dirigido por quienes, tarambanas, / como tahúres reparten el juego / político hoy, y de un mañana huero.

El firme ayer va engendrar un mañana / como el de hoy, de combate verdadero, / dirigido por pueblos que levantan / voz y pancarta para entrar en el juego / social de hoy, y de un mañana nuevo.

Como la náusea de políticos haítos / de éxito malo, corona la pancarta / la engañifa propia de señoritos: / estomagante el lema que está escrito, / para engañar al pueblo en su mañana.

De mentiras de los cargos haítos, / la revuelta de España vaciada, / en Zamora de nuevo ha decidido / reivindicar para que quede escrito: / que se quema la tierra despoblada.

Y por ello este sábado haítos / de vacuos lemas en falsas pancartas, / volveremos a leer lo que está escrito / en ese corazón que sigue vivo:

Que otra Zamora nace, / Zamora de la lucha y la pancarta, / con esa eterna pelea que se hace / de dignidad en las calles y plazas. / La Zamora amable y trabajadora, / Zamora que alborea, / pancarta en mano y llena la cabeza: “Zamora de la rabia y de la idea.”

(Como esa España que soñó Machado, en las tierras del Duero solidario).

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