La Opinión de Zamora

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Carmen Ferreras

Zamoreando

Carmen Ferreras

Las obras

Las mafias se dedican a reventar las basuras y llevarse lo que pillan

BASURAS FUERA DEL CONTENEDOR BENAVENTE EVA PONTE

Alguien, a quien corresponda esa tarea en el Ayuntamiento de Zamora, debería darse una vuelta de vez en cuando, y aún de cuando en vez, por las obras que se ejecutan en distintas calles del centro de Zamora. En esta ciudad la chapuza está a la orden del día y hay que ponerle solución. No digo con lo que digo que se esté haciendo una chapuza, hay opiniones para todos los gustos, pero sí sería conveniente que, a quien corresponda, haga lo que humildemente pido desde esta ventanita de papel.

Mucha tierra y poco cemento. Mucha acera y poco asfalto y, a buen seguro, cuando las obras finalicen, los contenedores seguirán constituyendo el incordio que tantas veces se ha denunciado. Los avispados encargados de los supermercados, que gozan de bula municipal, colocarán para su comodidad, que no la de los vecinos, los mamotretos de la basura, delante mismo de los portales de vecinos. Tiempo al tiempo.

A parte de soportar los bolsones cargados hasta los topes de alimentos caducados o pasados en su madurez, hay que soportar a las mafias, porque no son pobres, que se dedican a reventar las basuras y llevarse todo lo que pillan, dejando esparcida toda la inmundicia alrededor de los contenedores. En los últimos días se observa lista de espera. De dos pasaron a cuatro y ahora son diez o doce personas, entre ellas algunos hombres, los que se reparten el botín.

No entiendo ni entenderé que se produzca situación tal, existiendo como existen el Banco de Alimentos y Cáritas. Es inconcebible lo que está ocurriendo. No ha tanto una vecino abrió la tapa de un contenedor y se encontró a una chavalita de 16 o 17 años buscando el botín con ayuda de la linterna del móvil. Los móviles que utilizan estos ‘buscadores’ son de última generación, lo que me hace pensar que lo de la pobreza es un disfraz.

Con lo limpias que quedarán las calles en obras cuando concluyan, cuando retiren las ingentes cantidades de arena que están empleando, para que en cuestión de horas, en cuanto los del súper saquen la basura, se llene todo de inmundicias. Y los vecinos, que pagamos religiosamente nuestros impuestos municipales, no recibimos a cambio ni explicación alguna, ni solución.

Por favor, que alguien se dé una vuelta por las obras. Tantos escrúpulos como se tienen para unas cosas y tanta dejadez o dejación para otras. En los detalles es donde tienen que hacer hincapié. Recuerdo con mucho cariño y gratitud al que fuera concejal de obras socialista José Antonio Villarino, a lomos de su bicicleta, inspeccionando las obras con meticulosidad. No se le escapaba una.

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