La Opinión de Zamora

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Carmen Ferreras

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Carmen Ferreras

El repaso de Cipriano

Donde otros cierran, Caja Rural abre oficinas y eso es de agradecer

CIPRIANO GARCIA, DIRECTOR GENERAL DE CAJA RURAL, POSA PARA LA ENTREVISTA JOSE LUIS FERNANDEZ

Con cuanta sutileza, pero también con cuanta firmeza, Cipriano García, director general de Caja Rural, dio un repaso morrocotudo a tantos de los actores que intervienen en la vida empresarial y política de esta Zamora nuestra. Fue en el discurso pronunciado durante la entrega de premios de la Fundación Caja Rural, con motivo de su 25 aniversario. Hay que ser lo suficientemente cabal y valiente para hablar con sinceridad, no exenta de prudencia, y decir las cosas como son, aunque duela.

Basta ya de paños calientes, basta ya de dorar píldoras que, en realidad, se atragantan, basta ya de tirar de levitas raídas, basta ya de complacencias que a nada nos conducen. Zamora sigue siendo la eterna olvidada, la de los personalismos, la que tiene echado el freno de mano y la marcha atrás siempre dispuesta. ¡Y ya vale! Es verdad que “juntos somos más fuertes” pero es que no estamos tan juntos, tan unidos como en principio pueda parecer. Más bien estamos un tanto narcotizados. Nos falta ímpetu en la reivindicación.

Me gustó que Cipriano volviera a vindicar, ante la siempre cercana y agradable Virginia Barcones, delegada del Gobierno en Castilla y León, el eterno sueño, el sueño eterno de ver cobrar vida militar, que no otra, al campamento de Monte la Reina. En cuestión tal, doña Virginia tiene que echarle, eso que se echa cuando es necesario, en femenino y plural, para que los zamoranos se convenzan de que no se trata de esa mentira que ha descolocado a tantos, prácticamente perdida ya la esperanza.

No entiendo ni entenderé nunca los reparos del Gobierno socialista y de doña Margarita Robles, a la hora de dar un paso al frente y hablar sin tapujos, sin medias tintas de lo que, en principio, es tan solo una posibilidad. La tribuna del Club de La Opinión espera con los brazos abiertos a doña Margarita y a doña Virginia.

Es verdad que donde otros cierran, Caja Rural abre oficinas y eso es de agradecer. Como es de agradecer hablar en valiente, sin cortarse un pelo y repasar por lo fino ciertas actitudes que acabaron de mala manera con un proyecto, hablo de Zamora 10, que los faltos de ambición, los que siempre quieren ser el niño en el bautizo, el novio en la boda y el muerto en el entierro, se encargaron de fulminar. Siento, de toda la vida, un respeto imponente hacia Cipriano García y le animo a seguir en esa línea, a decir la verdad aunque duela y hacerlo con la elegancia que mostró y demostró el pasado viernes. Me gustó el repaso de Cipriano. ¡Enhorabuena!

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