La Opinión de Zamora

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Carmen Ferreras

Zamoreando

Carmen Ferreras

Prisión sin fianza

La Guardia Civil detiene al incendiario de Bretó

Un hombre intenta apagar el fuego provocado este verano en Bretó LEAL

Qué gran labor la del Seprona de la Guardia Civil, qué gran labor la que permanentemente realizan los hombres y mujeres del Cuerpo 10 de España: la Guardia Civil. Nombre que siempre pronuncio con las mayúsculas del respeto, la admiración y el cariño más absolutos. Y lo hago por muchas razones. También por el orgullo de pertenencia y por el otro que como ciudadana española, me confieren su valentía, su buen hacer, su disposición, su disciplina, todos aquellos valores que en la Guardia Civil son permanentes y cotizan al alza.

A ellos, y solo a ellos, debemos la detención del pirómano apresado en la localidad zamorana de Bretó de la Ribera. El mismo indecente que prendió 18 fuegos en el periodo comprendido entre el 13 y el 18 de agosto en las comarcas de Benavente y Los Valles, Tábara y Tierra de Campos, calcinando entre todos una superficie aproximada de siete hectáreas. Me alegra saber que la autoridad judicial decretara prisión provisional y sin fianza para el presunto. En cuanto deje de ser presunto, que lo enchironen de forma definitiva. Para gentuza así, auténticos criminales de la naturaleza, no debe haber protección de datos. Deberían dar a conocer su identidad e impedirle la entrada en Zamora.

Que ahora no me vengan los que se mesaban los cabellos en pleno incendio de la Sierra de la Culebra, diciendo que no hay que ser tan dura

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Que ahora no me vengan los que se mesaban los cabellos en pleno incendio de la Sierra de la Culebra, diciendo que no hay que ser tan dura. Y más. El fuego ha sido y sigue siendo una constante en el verano de Zamora, con el agravante de un fallecido. Y no me trago eso de que un rayo ocasiona tanta devastación, puede ser, pero me decanto por la mano asesina del hombre, de estos enfermos, o vaya usted a saber, que no reparan en nada cuando cometen sus fechorías.

El trabajo impecable de los agentes del Seprona, los días y las noches de vigilia, atentos, siempre en guardia, han dado el resultado apetecido. Me pido una medalla, cruz o lo pertinente en estos casos para esos agentes de la Benemérita que nos han librado del pirómano. Conociendo a la Guardia Civil, acabaran cayendo todos. Cabe esperar que los jueces de Zamora, en los que confío plenamente, hagan su trabajo como corresponde sin concesiones de ningún tipo a estos bárbaros del siglo XXI. Prisión sin fianza en principio.

No sé qué sería de España y de los españoles sin la Guardia Civil. A la luz, no salen ni la mitad de la mitad de los magníficos servicios que prestan a España y a los españoles, mañana, tarde y noche. Porque, mientras los demás dormimos, la Guardia Civil vigila por tierra, mar y aire.

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