La Opinión de Zamora

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Carmen Ferreras

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Carmen Ferreras

Fuertes subidas de la luz

El costoso tope del gas está poniendo contra las cuerdas a infinidad de consumidores

Factura de la luz. LOZ

Las constantes subidas del precio de la luz que nos han tenido en vilo, no han sido nada para las que están por llegar. Los consumidores, grandes sufridores de la situación actual y de todas las situaciones, sufriremos fuertes subidas en la factura de la luz porque hay que financiar el tope del gas. Los consumidores de tarifa libre, que representan el 90% de la demanda se van a llevar la peor parte. Tales aumentos son insostenibles para muchas familias y muchas empresas, algo que Yolanda Díaz, que las tiene entre ceja y ceja, no quiere reconocer.

El Real Decreto por el que se topa el precio del gas para la producción de electricidad ha sido recibido en medio de duras críticas. La mayoría de ellas, perfectamente argumentadas, debido, una vez más, a la improvisación del Gobierno. El costoso tope del gas está poniendo contra las cuerdas a infinidad de consumidores que esperaban un abaratamiento que no se ha producido. Ni se va a producir. Esta medida del tope del gas adoptada por el Gobierno como temporal tiene visos de quedarse.

Lo que está consiguiendo el Gobierno es gasificar todo el mercado eléctrico español. El tope no se ha impuesto solo a los clientes de la tarifa PVPC, que ya lo están pagando, sino que se les cargará a los clientes del mercado libre que renueven su contrato entre el pasado 26 de abril y el próximo 31 de mayo de 2023, el día en que, en principio, caduca la medida. El efecto real es que se ha creado un problema donde no lo había: la tarifa libre, con precios más bajos que la regulada, se irá incrementando. La solución hubiera sido reformar la tarifa PVPC y ligarla al mercado de futuros o directamente eliminarla, como han hecho otros países de la UE, facilitando así que los clientes se fueran al mercado libre, más barato. Aquí ya no hay nada barato

Pero en España se hacen las cosas como se hacen, improvisando, tarde, mal y nunca y así nos pinta a todos. Sin duda alguna, Hacienda será el otro gran beneficiado. Todo queda en casa. En casa del Gobierno. Son muchas las bocas que debe mantener y cualquier medida al respecto, cuanto peor resulte para el consumidor, mejor para esas bocas, tantas, que alimenta el Gobierno de España sin que se sepa a ciencia cierta cuál es su cometido y si es eficiente y eficaz.

De este lío, nuestra economía, de por sí precaria, va a salir, si es que sale, a trancas y barrancas. Y no me refiero a las compañeras de Pablo Motos.

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