El tiempo se pueda ocupar de muchas maneras, más o menos provechosas, en función del ritmo y del sentido que queramos darle a nuestra existencia y de la forma y manera de administrarlo.
A pesar de que el término rutina tiene mala prensa porque se asocia a una repetición de tareas monótonas y aburridas, no tienen porqué serlo si vivimos cada momento, cada instante, con ilusión, y sentimos cualquier actividad como un acontecimiento.
Es desde esta perspectiva desde la que se puede convertir en estimulante cualquier circunstancia si hacemos de la rutina una fiesta, como lo pueden ser todas nuestras actividades, sean o no rutinarias.
Todo en la vida es una rutina porque el tiempo transcurre, inexorablemente y de forma repetida, segundo a segundo. Una rutina que puede ser maravillosamente interesante o insoportablemente aburrida, según lo contemplemos.
Enrique Stuyck Romá
