El Ayuntamiento de Fermoselle y el alcalde de la localidad gobierna en minoría desde la salida de dos de los concejales del grupo. El alcalde es quien realmente ha acabado con la cordura en el Ayuntamiento de Fermoselle, (alimentado por el analfabetismo político que le caracteriza). En el último pleno decidió que ser el alcalde-presidente de la Corporación le daba la posibilidad de asumir un deplorable comportamiento basado en el desprecio absoluto de toda la legislación española de régimen local y los derechos constitucionales de todos los concejales del Ayuntamiento. En definitiva, que hizo y viene haciendo lo que le da la gana. Se trata de algo inédito en nuestra provincia, nunca en democracia había ocurrido una vulneración tan flagrante de los derechos de los representantes electos, creyéndose juez y no alcalde, capaz de decidir qué es lo que está bien y qué es lo que no. Y se caracteriza por una ausencia total de transparencia, el desprecio a los principios democráticos, y se fundamenta en la insistencia y la obcecación por ocultar documentación a los grupos de la oposición para realizar su labor de control y fiscalización, evitar dar información a los vecinos, y obviar la petición de convocatoria de los Plenos municipales tal y como exige la ley.
Habitualmente muestra su desprecio y falta de respeto hacia los concejales de la oposición, a los que constantemente oculta información y niega expedientes municipales y todo tipo de documentación, vulnerando todos los derechos, y entorpeciendo de manera sistemática la labor de oposición. A esta actitud hay que añadir un hecho que, además de incumplir las obligaciones que el cargo de alcalde impone, vulnera la ley que regula la organización, el funcionamiento de las entidades locales, con el único fin de mantener una política oscurantista, cortar los derechos de los concejales de la oposición, y ningunear a los vecinos del municipio a los que tan solo hace partícipes de información de interes personal...
Se le ha pedido la documentación al alcalde en “reiteradas ocasiones”. La respuesta es siempre la misma. La callada y la negativa del alcalde a entregar las cuentas a la oposición solo puede deberse “a que quiere esconder algo. No se puede pensar otra cosa. Tiene algo que ocultar”. Después de tres años y medio en la alcaldía, sin que se pueda fiscalizar la gestión 2019, 2020, 2021, ya que no las entrega, está claro que algo podrido hay....
Enrique Serrano Berdion
