La Opinión de Zamora

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Antonio Gallego

Antonio Viloria, un ciudadano comprometido

Todos dejaremos esta vida cuando nos llegue el momento, pero pienso que es importante no irse de vacío

ANTONIO VILORIA , ARQUITECTO AUTOR DE UN LIBRO SOBRE SU ABUELO EL ARQUITECTO SEGUNDO VITORIA JAVIER DE LA FUENTE

Nos acaba de dejar después de una larga vida de 93 años. Nació en Zamora en 1928. Persona muy conocida y seguro que también querida, con múltiples perfiles: los familiares, de padre también arquitecto y nieto de Segundo Viloria, arquitecto vital para la Zamora de finales del siglo XIX y principios del XX, cuya obra más conocida es el Mercado de Abastos de la ciudad. La profesional, como arquitecto, que desarrolló proyectos en muchos lugares de España. Fue arquitecto municipal de Fuenlabrada y de Zamora, en la época de Andrés Luis Calvo. Otros enjuiciarán con más rigor esa faceta profesional.

Asimismo, es autor del libro Segundo Viloria (1855-1923). Un arquitecto zamorano dedicado a Amalia, su querida compañera en su última etapa vital. También tiene un blog personal titulado Antonio Viloria, Arquitecto. Un recorrido por mis trabajos profesionales: https://antonioviloriaarquitecto.blogspot.com/, donde él mismo detalla sus principales proyectos arquitectónicos y los artículos publicados en La Opinión/ El Correo de Zamora.

Personalmente me quiero centrar en su perfil cultural y social en Zamora, en la que participó activamente en varios movimientos ciudadanos como fueron la Asociación Aceña Cultural (1978), el Foro Ciudadano de Zamora (2004) y la Asociación Amigos del Baltasar Lobo (2017).

Coincidí con él en los dos últimos movimientos cívicos ya que cuando se fragua Aceña Cultural yo residía en Madrid, aunque conocía su existencia y objetivos: “conocer, analizar, valorar y defender el hecho cultural de Zamora. También ejercer la función de velar, defender, criticar o trabajar en el hecho cultural. y colaborar con otras agrupaciones provinciales y nacionales convergentes en el interés por la promoción cultural de Zamora”. Aglutinó un grupo importante de artistas y profesionales y no cabe duda de que sirvió de revulsivo en esta ciudad tan tendente al adormecimiento tradicional. En 1981, Aceña organizó unas Jornadas de Urbanismo en la Casa de Cultura de Zamora de gran interés. La documentación de Aceña Cultural se encuentra depositada en la Biblioteca Pública de Zamora.

El Foro Ciudadano de Zamora, de larga vida ya que estuvo activo hasta 2021, la finalidad era más social y comprometida sin abandonar la faceta cultural. Proyectos como la Recogida de firmas para solicitar al Parlamento Europeo que el 27 de septiembre fuese declarado “Dia contra la Despoblación y contra los Desequilibrios entre Regiones” tan de triste realidad en estos momentos. O el “Ciclo de conferencias sobre Agustín García Calvo” o las Jornadas sobre Modelos de Ciudad y Cascos Histórica o el proyecto de Centros Cívicos para Zamora, y tantos otros. Un resumen de su función era: “Contribuir a formar libremente opinión entre todos los ciudadanos a través de nuestros comunicados e intervenciones públicas, así como mediante la celebración periódica de actos abiertos sobre aquellos temas de interés para los zamoranos. En resumen, el Foro pretendía de nuevo abrir un camino, un viejo camino que hay que volver a comenzar entre todos”.

Respecto a la Asociación Amigos de Baltasar Lobo (2017), aún activa, su función fundamental es “la creación de un Centro de Arte Contemporáneo Baltasar Lobo vivo y sostenible para conservar, investigar y difundir la obra del escultor y dotar a la ciudad de una infraestructura dedicada al arte contemporáneo con espacios expositivos amplios de los que carece en la actualidad”. Para conseguirlo es necesaria la colaboración de todas las instituciones, especialmente el Ayuntamiento de Zamora y la Diputación Provincial. Asimismo, “desarrollar una programación de actividades culturales para los ciudadanos”. Prueba de estos objetivos han sido las múltiples actividades culturales y propuestas sobre el escultor, los talleres infantiles, los ciclos de conferencias, su propuesta a la Junta de Castilla y León de Declaración BIC del legado de Baltasar Lobo en Zamora, restauración de las esculturas de gran formato al aire libre, etc. que han contado con la colaboración del Ayuntamiento de Zamora.

En todas estas asociaciones, su colaboración activa y positiva, junto a los artículos publicados en diversos medios sobre temas de interés social y cultural sirvieron no solo para dar a conocer a las asociaciones respectivas sino también para informar y sensibilizar a la opinión pública. Sus artículos sobre su ciudad, muy ligados a los recuerdos de su niñez, siempre presente, especialmente sobre el casco histórico de Zamora fueron esclarecedores y didácticos.

En 2012, Antonio Viloria, ya jubilado, decidió donar a la Biblioteca Pública de Zamora su biblioteca personal y parte de la documentación de sus proyectos más importantes, así como algunos de su abuelo, Segundo Viloria,

También Sanabria ejerció un peso importante en su vivir y disfrutar de la naturaleza, especialmente después de su jubilación. Allí pasamos con él grandes momentos, conversaciones e intercambios de todo tipo. Compartimos comidas, paseos y contemplaciones del lago. Compartía su amor con Sanabria y sus entornos con su mujer Amalia del Palacio.

Todos dejaremos esta vida cuando nos llegue el momento, pero pienso que es importante no irse de vacío: amigos, compromiso social, trabajo bien hecho y amor a lo que nos rodea. Creo firmemente que Antonio Viloria se ha ido con la mochila llena. Descansa en paz amigo.

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