La Opinión de Zamora

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Carmen Ferreras

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Carmen Ferreras

Renfe es un caos

Las demoras, sobre todo a su paso por Zamora, están a la orden del día

AVE. PRIMER TREN AVE OURENSE ORENSE-ZAMORA-MADRID EMILIO FRAILE

No está Renfe para sacar pecho. Es vergonzoso lo que está ocurriendo. A los usuarios los maltrata. No tiene consideración alguna ni con mayores ni con pequeños. Las demoras, sobre todo a su paso por Zamora, están a la orden del día. Nos maltratan como ciudad y como provincia. Para Renfe somos ciudadanos de tercera. No me consuela ver lo que un día sí y otro también ocurre en la estación de Chamartín-Clara Campoamor.

Se puede justificar un retraso de cinco o diez minutos. Voy a ser generosa, pongamos quince minutos. Pero una demora de treinta y cinco e incluso cuarenta y cinco minutos es una barbaridad, una tomadura de pelo por parte de quien se publicita, incluso en los mismos vagones, como una empresa de primer orden al nivel de las mejores del mundo. ¡Ni en sueños! Más que un sueño, viajar en Renfe es una pesadilla, precisamente por esa circunstancia.

Una ida y vuelta a Madrid en el mismo día, y en Alvia, puede salir muy fácilmente por ochenta y tantos y noventa y tantos euros

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Con enviarte al correo electrónico una escueta disculpa creen que ya han zanjado el asunto. Pues, no señor. Ustedes hacen polvo las idas a Madrid y las vueltas a Zamora de sus usuarios. Tanto blasonar de AVE y de Alvia y resulta que estamos peor, voy a exagerar un poco, que cuando circulaban convoyes como aquel denominado ‘tren burra’, muy anterior al Talgo.

Renfe habrá progresado todo lo adecuadamente que se quiera, sobre todo en materia económica, es decir, ganando más dinero, sin embargo los viajeros, hemos perdido. Al precio de los billetes le remito. Me dicen que para conseguir un buen precio hay que sacarlos incluso con tres meses de antelación. En tres meses pueden pasar muchas cosas. Una ida y vuelta a Madrid en el mismo día, y en Alvia, puede salir muy fácilmente por ochenta y tantos y noventa y tantos euros. Mi cariño para el socorrido Auto-Res.

Pocas veces se viaja a Madrid en tren por placer. O se va de médicos o a asuntos administrativos o laborales. El viaje sale por un ojo de la cara y parte del otro. ¿A eso le llaman progreso? Cuando se sufren esos retrasos impropios de una empresa avanzada y seria, lo mínimo que tenía que hacer la tripulación es obsequiar con una bebida a los pasajeros o la compañía resarcirlos económicamente, que sería lo suyo. Nadie pide disculpas personalmente cuando eso sucede. Se escudan en la pantallita de la demora y ahí se las den todas a los viajeros.

Renfe es un caos. Lo ha demostrado con creces este verano, a pesar de la amabilidad de algunos de sus trabajadores que no saben dónde meterse. Cuando hay menores y bebés por medio, las demoras no tienen perdón.

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