No quiero ser alarmista pero el hecho de que los alimentos se encarecen más en España que en el resto de la zona euro, da que pensar. Vengo dando la vara con este asunto que resulta ser más preocupante de lo que parece. El Banco de España así lo ha puesto de manifiesto en un interesante informe. Y todo por el alza inflacionista. En España el peso del encarecimiento de los alimentos aumenta hasta el 22%, contribuyendo en 2,9 puntos a la inflación del país donde, repito, los incrementos son mayores que en la zona euro.
El aceite, los cereales, el café, los lácteos, los huevos y la carne se dispararon hasta límites insostenibles, muy por encima de las subidas moderadas que experimentaron en los países de la zona euro. ¿Qué se está haciendo mal en España? Encima, se está destruyendo empleo a marchas forzadas. La brecha entre el encarecimiento de la zona euro y el de España, se agranda, se agiganta a una velocidad supersónica. Además, la evolución futura de los precios de los alimentos está sujeta a una “elevada incertidumbre” como reconoce el informe del primer banco de España.
Lo que no sé es como se va a solucionar el problema del desabastecimiento de algunos productos que nos vienen anunciando por doquier
Siendo todo ello preocupante, lo peor es que la subida de precios de los alimentos pone en riesgo la calidad de la nutrición de los más vulnerables. La picaresca está alerta a sabiendas de lo que ocurre a río revuelto. Tenemos relativamente recientes lo de las mascarillas, gracias a las que tantos se enriquecieron, incluso el propio Gobierno y algún que otro Gobierno autonómico, para saber lo que llegará a ocurrir.
La falta de pericia del Gobierno, y otras carencias que sería prolijo enumerar, para atajar la inflación está repercutiendo directamente en los hogares más vulnerables que se topan con serias dificultades para comprar alimentos básicos y se ven abocados a acudir a Cáritas o al Banco de Alimentos para llenar el estómago. El 4% de los hogares españoles, más de 750.000 familias, no se puede permitir comprar los alimentos más básicos. El Gobierno está en la obligación de frenar este estado de cosas. Los niños españoles tienen que estar bien nutridos.
Lo que no sé es como se va a solucionar el problema del desabastecimiento de algunos productos que nos vienen anunciando por doquier. El sector agrario habla del más que posible desabastecimiento de la leche y el pollo. Y como estos productos, todos los demás. Y eso puede ocurrir no tardando mucho, con la entrada del otoño que viene augurándose calentito en lo social. Sólo el hambre puede hacer despertar a los españoles. El hambre y un desabastecimiento que nos retrotrae a los años del racionamiento.
