La Opinión de Zamora

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Carmen Ferreras

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Carmen Ferreras

Déficit inexplicable

La vitamina D se ha convertido en una especie de panacea de la salud

Alimentos sobre la mesa FREE-PHOTOS/PIXABAY

En un país con tantas horas de sol como el nuestro resulta inexplicable que un número elevado de su población carezca de una sustancia fundamental para la salud: la vitamina D. Lo cierto es que la vitamina D no sólo se obtiene del Sol como tradicionalmente hemos venido pensando. Tampoco sabemos a ciencia cierta cuánta es suficiente para estar sano. Así y todo, la vitamina D se ha convertido, un siglo después de su descubrimiento, en una especie de panacea de la salud, un compuesto (eso es en realidad puesto que no se trata de una sola sustancia) muy deseado que cada vez más personas buscan, tomando el sol en la playa o en el campo, paseando incluso por la ciudad o consumiendo suplementos ricos en esta suerte de sustancias. Aunque todavía existe mucha incertidumbre científica sobre ella, la vitamina D es la molécula de moda.

Hasta el punto de que existe preocupación por lo que se ha dado en llamar “nueva pandemia” de déficit de vitamina D

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Algunos expertos aseguran que el déficit de vitamina D está relacionado con enfermedades mentales como la depresión, el trastorno bipolar, la esquizofrenia o el autismo, por lo que a su juicio debería ser tenida en cuenta, a la hora de completar los tratamientos de algunos trastornos psiquiátricos. Y si solo fuera eso. Una importante publicación alerta de que los niveles bajos de vitamina D están relacionados con trastornos de la función sexual masculina, principalmente la disfunción eréctil. Y es que la ausencia de esta vitamina no debe preocupar únicamente a las mujeres. Afecta por igual a todos, hombres y mujeres.

Las personas que cuidan y vigilan su alimentación deben saber que este compuesto descubierto por el químico Ellmer McCollum en 1922, se adquiere a través no sólo del sol, sino también de la dieta merced al consumo de alimentos ricos en ella como el pescado azul o las setas que, preparadas por Gloria, en El Empalme o en el Ritz, son un manjar de dioses. Además, la vitamina D ayuda a fijar el calcio. En el viejo continente, entre el 50 y el 70% de la población no llega a los mínimos exigibles de este compuesto en su organismo. No está claro cuáles son esos umbrales mínimos.

Un tercio de la población mundial presenta niveles insuficientes de esta sustancia. El déficit afecta por igual a países ricos y pobres e incluso a países con una gran exposición a la radiación solar como India o España donde el problema es creciente. Hasta el punto de que existe preocupación por lo que se ha dado en llamar “nueva pandemia” de déficit de vitamina D. Hay que tener en cuenta que, si el defecto de vitamina D puede ser un mal generalizado y preocupante, el exceso es igualmente dañino.

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