La Opinión de Zamora

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Editorial azul

El consejero Suárez Quiñones debe dimitir ya

Juan Carlos Suárez-Quiñones. | Ical Rubén Cacho ICAL

El consejero de Medio Ambiente Juan Carlos Suárez Quiñones ha agotado esta semana su crédito como responsable político. Ha logrado concitar a su alrededor el mayor acuerdo posible, el de miles de ciudadanos, de los representantes de los trabajadores y de la oposición en bloque en el Gobierno regional, todos en la misma dirección: que dimita.

Su comparecencia ante las Cortes de Castilla y León el pasado lunes no pudo ser más decepcionante. Por usar las palabras que ya de por vida perseguirán al consejero, puede tildarse el discurso de “absurdo y despilfarro”. Sigue sin asumir una pizca de responsabilidad en toda la devastación acumulada, sobre todo, en el oeste zamorano, la zona más débil de una provincia en permanente crisis.

Suárez Quiñones se enfrascó en un aluvión de datos que no sirvieron para aclarar por qué en los siete años que lleva al frente de la Consejería no se ha variado un ápice una política de gestión de los montes obsoleta y fracasada. La mejor contrarréplica se pudo ver en el escueto mensaje de una pancarta durante la manifestación de cuatro mil personas este jueves en la capital zamorana: “La Sierra de la Culebra no la ha quemado el fuego, la ha quemado la ineptitud y la incompetencia”.

El consejero, juez con laureada carrera, ha visto cómo le llueven las críticas y las denuncias. La Fiscalía de Castilla y León ya ha abierto diligencias para investigar si hubo negligencia administrativa en uno de los dos enormes incendios en el último mes en Zamora que han costado la vida de dos personas, varios heridos, dos de ellos en estado crítico, y calcinado más de 60.000 hectáreas. Acostumbrados nuestros dirigentes, como están, al tópico de la resignación y las lágrimas de los zamoranos, les sorprende el cabreo mayúsculo y el hartazgo que se ha instalado como estado de ánimo de los ciudadanos.

Quiñones emplea argumentos de parvulario, en lugar de dar un paso al lado, cuando achaca su ineficacia al resultado de “modas ecologistas”. Y si él no da ese paso, es obligación del presidente Mañueco

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El consejero se contradice a sí mismo cuando reconoce que sí existían circunstancias extremas, pero no hizo nada para evitar el peor de los escenarios: el de un incendio inatacable que acabó con la vida de uno de los brigadistas entre las llamas. Y se podía haber hecho mucho más, mucho antes de ese fatídico día de junio en el que los rayos de las tormentas eléctricas prendieron bosques que no cuentan con un mantenimiento adecuado durante el resto del año. Por no despilfarrar con labores preventivas, ha arruinado una zona en la que muchos emprendedores jóvenes habían puesto su dinero y esperanzas en el turismo rural, en la apicultura, en la ganadería extensiva.

Quiñones emplea argumentos de parvulario, en lugar de dar un paso al lado, cuando achaca su ineficacia al resultado de “modas ecologistas”. Y si él no da ese paso, es obligación del presidente Mañueco, como máximo responsable del Gobierno autonómico, de hacer efectiva la petición que demanda una amplia mayoría de la sociedad zamorana destituyéndolo de su cargo.

La Junta de Castilla y León lleva sin revisar sus protocolos antiincendios desde 1999. Suárez Quiñones asumió las tareas de la Consejería de Medio Ambiente en 2015, todavía con Juan Vicente Herrera como presidente. Su director general acumula más de dos décadas en el cargo. Pero todo este tiempo no ha tenido traducción en una mayor eficacia o en extender modelos que funcionan y que existen en este mismo territorio, como el de los pinares de Soria, en cuya explotación y mantenimiento participan directamente los pueblos. ¿Qué enseñanza se sacó de las 20.000 hectáreas arrasadas el año pasado en Navalacruz (Ávila)? Ninguna, en vista de los sucedido. En medios y prevención nos adelantan otras comunidades autónomas como Andalucía o Castilla-La Mancha.

Zamora necesita desesperadamente ese entendimiento entre administraciones, necesita el compromiso y la inversión decidida, más allá de las ayudas de urgencia

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El jueves se produjo la entrevista en Moncloa entre Sánchez y Mañueco. Pocas veces habrá salido Zamora tanto en la conversación de alto nivel. Por la tarde, la conferencia sectorial que reúne al Ministerio de Transición Ecológica y a las autonomías, establecía un marco de cooperación para una estrategia común contra los incendios. Zamora necesita desesperadamente ese entendimiento entre administraciones, necesita el compromiso y la inversión decidida, más allá de las ayudas de urgencia.

Al señor Quiñones lo niegan hasta entre los empleados de la Junta, que lo han venido a considerar un peligro público. Pero en algo habrá que darle la razón al consejero: No estamos para derroches. Y cada euro que sale del erario público para su sueldo como consejero es puro despilfarro.

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