La Opinión de Zamora

La Opinión de Zamora

Carmen Ferreras

Zamoreando

Carmen Ferreras

De marca blanca

Los consumidores buscamos cestas de compra barata

UNA MUJER HACE LA COMPRA EN EL INTERIOR DEL SUPERMERCADO. Ferran Nadeu

Los carros de la compra se llenan cada vez más de marcas blancas ante la brutal escalada de precios que no deja indiferente a un solo bolsillo. Nos han puesto las cosas demasiado cuesta arriba y esto no ha hecho más que empezar. Nadie apuesta por una bajada moderada, por lo tanto no podemos soñar con que los precios vuelvan a ser como antes de esta pandemia inflacionista que a todos nos perjudica, a unos más que a otros. Cuántos milagros hay que hacer con el sueldico. Y dando gracias al Señor por trabajar, por cobrar y por poder llevar pan a casa todos los días.

Todos los análisis de mercado constatan un avance de las marcas blancas que coloca su peso cerca del 50%. Las marcas de distribución han crecido notablemente en lo que llevamos de año. No es de extrañar porque el precio es el gran catalizador de su crecimiento. El momento de crisis e inflación, beneficia su crecimiento, debido a su reconocida relación calidad-precio. Aunque, todo hay que decirlo, las marcas blancas también han subido en relación con meses atrás.

Por algún lado hay que ahorrar. Las marcas propias están ayudando a muchas economías débiles y no tan débiles a cruzar este charco de proporciones increíbles

decoration

Los consumidores buscan, buscamos, cestas de compra barata. Por mucho que se estire el sueldo no da para sufragar tanto gasto como ocasiona un hogar. Nada digo si la familia es numerosa. Si, además, se está pagando una hipoteca hay que atarse los machos. El Euribor supera ya el 1% y encarece la hipoteca a cuatro millones de hogares españoles. El indicador marca una media en junio del 0,93% tras subir 1,5 puntos en 12 meses, y costará 1.400 euros más a cada familia. Los analistas estiman que llegará al 1,5% a finales de año por las subidas del BCE. Buen otoño nos espera.

Por algún lado hay que ahorrar. Las marcas propias están ayudando a muchas economías débiles y no tan débiles a cruzar este charco de proporciones increíbles. Menos mal que la calidad de estos productos ha mejorado en los últimos años, superando incluso a algunas las marcas de toda la vida. Porque hasta no hace tanto, algunas de estas marcas eran pura bazofia, de bajísima calidad. Las protestas constantes de consumidores y organizaciones que los representan ha servido de mucho a la hora de mejorar su calidad. También es verdad que han ido subiendo su precio, no en la misma cuantía que las otras marcas, pero algo se nota. No pueden engañarnos.

Hay ciertas cadenas donde sus marcas propias representan ya más de la mitad de la compra de sus clientes. Las marcas de toda la vida tendrán que plantearse sus precios si no quieren acabar convertidas en carne de oferta.

Compartir el artículo

stats