Los efectos del calor no son siempre los deseados. Cuando el mercurio se dispara hay que poner en alerta los cinco sentidos. La temprana e intensa ola de calor, fue sofocante, sufrida por toda España el pasado mes de junio, causó la muerte a 714 personas. Poco o muy poco se ha dicho de ello. Lo sabemos gracias a los registros del sistema de Motorización de la Mortalidad diaria, dependiente del Instituto de Salud Carlos III, que detecta y mide el exceso de muertes relacionadas con cualquier asunto de importancia en materia de salud pública.
Es cierto que el impacto de los efectos propiciados por el fuerte calor experimentado en la práctica totalidad de España no fue igual en todas las comunidades autónomas. Por ejemplo, la capital de España, Madrid, fue la región donde el exceso de fallecidos por esa causa fue el más importante, con 208 muertes. Y, aquí es donde quiero ir a parar, nuestra comunidad autónoma, Castilla y León, en la que Zamora sobresalió fue la segunda comunidad afectada con 111 fallecidos. La mala fama de Zamora con respecto al frio no corre pareja con la fama que debería tener cuando el calor aprieta.
Solo se nos conoce meteorológicamente hablando por las nieblas, los hielos, los cencellos y los fríos del invierno. Pero nada se dice del estío zamorano y aún antes, durante los últimos coletazos de la primavera. Un conocido refrán nos recuerda que en Zamora son nueve los meses de invierno y tres los de infierno. Habría que darle un repasito y actualizarlo. Yo diría que los meses de infierno pueden ser muy a gusto cuatro y como el cambio climático siga el ritmo que lleva, seguiremos restándole meses al invierno.
A estas alturas ya nadie puede negar que las olas de calor son uno de los efectos más indiscutibles del cambio climático
Castilla-La Mancha también se llevó su parte con 86 fallecidos mientras que comunidades como Galicia, con 13, La Rioja, con 8 y Asturias, con 2, fueron las regiones donde mejor se sobrellevó el asunto del subidón termométrico y donde menos víctimas se registraron. El exceso de calor tiene un peaje en víctimas insoportable. En el verano de 2021 se llevó por delante a 1.298 personas. Ojo, porque julio y agosto se sumarán a la estadística que conoceremos en septiembre. A estas alturas ya nadie puede negar que las olas de calor son uno de los efectos más indiscutibles del cambio climático. Conviene saber, para apuntalar lo dicho, que desde 1975 en España se han registrado temperaturas cada vez más intensas, con 10 episodios de calor extremo en un mes de junio.
Este verano será especialmente cálido y seco en toda España. Así lo apunta la Agencia Estatal de Meteorología. La relación calor-muerte está asegurada.
