La Opinión de Zamora

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Álvaro Ramos Monreal

El incendio forestal de la Sierra de la Culebra: ¿Una PAC forestal?

Que al menos este desastre sirva para que se tomen las medidas oportunas y se tenga en cuenta la opinión de todas las partes afectadas

La Sierra de La Culebra, calcinada tras el incendio. B. P.

En primer lugar, tanto en mi nombre, como en el de la Asociación de Propietarios Forestales de Zamora (ASFOZA), deseamos unirnos en la tristeza y en el sentimiento de pérdida a todos los que habitan la zona, algunos de ellos miembros de la Asociación y recordar que estamos como siempre dispuestos a ayudarles a todos en todo lo que podamos. Este sentimiento de pérdida lo hacemos extensivo a todos los zamoranos, castellanos y leoneses y todos los españoles, pues con esta destrucción todos perdemos mucho.

La sociedad actual es muy consciente de la importancia de los bosques para nuestra vida: aportan belleza ambiental, detienen la erosión, son el hábitat para la fauna y la flora silvestre, fabrican oxígeno y retienen carbono (ayudando así en la lucha contra el cambio climático), aportan humedad, mejoran extraordinariamente la calidad del aire que respiramos … Además, como si solo lo anterior no fuese suficiente, también nos dan madera y leña, piñas, castañas, a veces permiten algún tipo de cultivo o pastos para el ganado, setas, que cada vez tienen más valor económico, miel, plantas aromáticas y son el hábitat adecuado para numerosas especies de nuestra fauna terrestre y acuícola.

La sociedad actual es muy consciente de la importancia de los bosques para nuestra vida: aportan belleza ambiental, detienen la erosión, son el hábitat para la fauna y la flora silvestre, fabrican oxígeno y retienen carbono

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Habría que añadir la enorme atracción que tienen para los habitantes de las ciudades, que con sus visitas a estas zonas privilegiadas por la naturaleza contribuyen a sostener un turismo rural que supone una interesante inyección económica y al asentamiento de negocios familiares y otras pequeñas actividades paralelas. Cualquiera de los puntos señalados sería suficiente para obligarnos a mantener los bosques. Ello incluiría explotarlos y cuidarlos de forma sostenible para poder entregarlos a las generaciones siguientes en perfectas condiciones. No se ve que esa obligación de cuidar para transmitir sea menor en el caso de un bosque que en el caso de un museo. ¿Entenderíamos un incendio en el Museo del Prado?. ¿Lo disculparíamos más si fuera en verano en medio de una extraordinaria ola de calor?.¿Sería más entendible en invierno con pocos turistas y menos vigilantes?

Habrá quien piense que las comparaciones son odiosas. ¿Esta comparación lo es? La belleza no está solo en los museos. La belleza de la Sierra de la Culebra no la podrán disfrutar las dos próximas generaciones. Me gustaría efectuar un balance de la situación, que ambientalmente es desolador y tendrá repercusiones medioambientales durante muchos de los próximos años. Económicamente desconozco cuanto producía la zona quemada anualmente, tampoco conozco los gastos realizados en tratar de extinguir el incendio, aunque supongo que esto es el chocolate del loro, comparado con todo lo demás. Parece que solo los costes de preparar la superficie quemada para una nueva plantación se sitúan entre 6.000€ y 7.000, euros por hectárea, es decir entorno a los doscientos millones de euros. Los sufrimientos de nuestros paisanos, y las penurias que les esperan, no están incluidos. Vivimos en una región, Castilla y León, con millones de hectáreas de bosques, los más extensos en superficie, no solo en España, sino también en la Unión Europea, muchos de ellos auténticos monumentos naturales. En un momento en el que los valores medioambientales son considerados como fundamentales por gran parte de la sociedad, convendría resaltar a nivel nacional y a nivel europeo la situación de esta Región, teniendo un cuidado exquisito en mantenerlos evitando actividades que los degraden. En 2012 hemos perdido un bosque de inmenso valor en la provincia de León, en Castrocontrigo, 11.500 hectáreas desaparecieron en el incendio que ostentaba el record en superficie quemada en Castilla y León, hasta ese momento. Muy cerca, en 1998 ocurrió el incendio del Teleno con otras 3.300 hectáreas calcinadas. El año pasado, 2021, otro también enorme en la provincia de Ávila, 22.000 hectáreas y este año el monumental de Zamora, con 31.800 hectáreas reducidas a cenizas. ¿Valdría la pena intentar organizar la defensa eficiente de nuestros bosques para minimizar los riesgos de incendio tanto en invierno como en verano? Estos momentos traumáticos son probablemente un buen momento para iniciar una revisión de la situación en que se encuentran nuestros bosques.

Cuando un propietario decide transformar sus tierras agrícolas en forestales no solo reduce su valor a la mitad del valor inicial, también “pierde” su propiedad, ya que tendrá que rellenar una instancia hasta para cortar una rama

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El beneficio que representan los bosques para la sociedad, que ya hemos mencionado anteriormente, es el mismo sean públicos o sean privados, las ayudas que reciben los montes privados son testimoniales en la comparación. Cuando un propietario decide transformar sus tierras agrícolas en forestales no solo reduce su valor a la mitad del valor inicial, también “pierde” su propiedad, ya que tendrá que rellenar una instancia hasta para cortar una rama. Es necesario que la Administración se conciencie de la importancia fundamental de los bosques y que se llegue a establecer lo que podría ser una PAC forestal que retribuya a los propietarios por el enorme servicio que prestan a la Comunidad.

Esta retribución redundaría en un buen mantenimiento de nuestras masas forestales, escasamente rentables en la actualidad. La Asociación Forestal de Zamora es una organización sin ánimo de lucro que lleva luchando desde1987 para defender los intereses de los propietarios de terrenos forestales de la provincia de Zamora. La Asociación Forestal manifiesta su total apoyo a todos los afectados por el devastador incendio ocurrido la semana pasada en la Sierra de la Culebra. Como todos sabemos, en tan sólo 4 días se han visto arrasadas 30.000 hectáreas (que no debían haberse quemado) de alto valor ecológico y paisajístico, y que eran la fuente de ingresos para una población olvidada. En plena ola de calor extremo y después de unos meses de severa sequía, esta situación era conocida por todos, agricultores, ganaderos, silvicultores, castañicultores, vecinos y, por supuesto, por la Administración con competencias en materia forestal. Sin embargo no se tomaron las mínimas medidas que el sentido común exigía (ampliación del operativo contra incendios forestales). Ante situaciones excepcionales hay que tomar medidas excepcionales y utilizar todos los medios que tenemos a nuestro alcance. No cabe ningún tipo de justificación o explicación peregrina, no es la primera vez que se quema parte de la Sierra de la Culebra y si no se cambia la forma de actuar, seguirá quemando esta y otras zonas de nuestra provincia, hasta que desgraciadamente sólo queden terrenos baldíos.

Es necesario que la Administración se conciencie de la importancia fundamental de los bosques y que se llegue a establecer lo que podría ser una PAC forestal que retribuya a los propietarios por el enorme servicio que prestan a la Comunidad

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¿Cómo queremos combatir la despoblación de nuestra tierra si no se protege su territorio, sus fuentes de ingresos, madera, leñas, ganado, caza, setas, castañas, cultivos, miel, aromáticas, turismo rural, etc.? En estos días se debe poner especial esfuerzo en corregir los errores cometidos, que los ha habido, y reducir a la mínima expresión la pasarela de políticos que, desgraciadamente para todos, dentro de unos meses no se acordaran ni del incendio, ni de los vecinos de la Sierra de la Culebra. Que al menos este desastre sirva para que se tomen las medidas oportunas y se tenga en cuenta la opinión de todas las partes afectadas, sobre todo la de agricultores, ganaderos y vecinos. Es necesario ampliar el operativo de incendios y que este se flexibilice a las circunstancias meteorológicas y al nivel de riesgo de incendios forestales. Urge ponerse lo antes posible manos a la obra para restaurar las zonas quemadas y que no haya problemas de erosión y contaminación de acuíferos. También es necesario plantear cuanto antes la corta de los árboles quemados, para así evitar problemas fitosanitarios, y proliferación de plagas forestales, que puedan extenderse a las masas forestales próximas que no se han visto afectadas por el fuego.

Urge ponerse lo antes posible manos a la obra para restaurar las zonas quemadas y que no haya problemas de erosión y contaminación de acuíferos

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Se debe cuantificar y valorar la superficie forestal afectada por el fuego, y en particular los aprovechamientos de madera y leñas, organizar subastas con unos precios mínimos realistas, controlando la posible especulación y que no se vendan a precios ridículos. Tendrán que pasar unos cuantos años para que la Sierra de la Culebra se recupere de este duro golpe, y en todo caso esto ocurrirá siempre que se tomen las medidas oportunas. La Asociación Forestal de Zamora se pone a disposición de todos los afectados por el incendio, así como de las Administraciones competentes, ofreciendo nuestra experiencia, asesoramiento, apoyo y colaboración para que la recuperación de la zona se produzca lo antes y mejor posible.

(*) Presidente de la Asociación

Forestal de Zamora

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