La Opinión de Zamora

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Carmen Ferreras

Zamoreando

Carmen Ferreras

Demasiado verde

Solo nos faltaba ya una sociedad depresiva e insatisfecha

El vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, participa de manera telemática en una reunión de la Unión Europea del Comité de las Regiones bajo el título el ‘Futuro de la industria automotriz’ JCyL ICAL

El chiquito ese al que durante la campaña autonómica se le puso cara de vicepresidente, cada día que pasa me recuerda más a los podemitas, pero a la inversa. Con Irene Montero, Ione Belarra, Yolanda Díaz y Garzón tenemos más que suficiente, por la izquierda, como para que por la derecha nos salga algo igual o parecido. Y nos ha salido, precisamente en nuestra comunidad autónoma. Se llama Juan García-Gallardo y, para más regodeo, es vicepresidente de la Junta de Castilla y León. A cada paso, a cada declaración, en cuanto le ponen una alcachofa o una cámara delante, este chiquito no hace otra cosa que demostrar lo verde, lo demasiado verde que está.

Si Abascal le vio con antelación la metamorfosis facial que nos anunció a bombo y platillo, no entiendo por qué no le dieron de inmediato unas clases prácticas de reciclaje político. No se pueden admitir más barbaridades de las que dice y que empiezan a dar para la elaboración de un tratado del disparate. Este chiquito no puede venir a decirnos a los zamoranos que la crisis demográfica que sufrimos, y que viene de antiguo, se debe a la “hipersexualización de la sociedad”.

Ni siquiera desde la Iglesia Católica, tan criticada siempre, se hacen planteamientos tan retrógrados, confusos y equivocados

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Este chiquito ha introducido un elemento de juicio que no se corresponde con la realidad de la despoblación. Es lo que tiene confundir el culo con las témporas, con perdón. Es verdad que no se procrea como antaño mari castaño, pero no es menos verdad que las causas son otras que pasan por la incorporación de la mujer al mercado laboral, la precariedad de los empleos y otras cuestiones de calado. Esto de la hipersexualización del chiquito al que se le puso cara de vicepresidente puede traer consecuencias. De hecho las tiene. Según Gabriela Orozco, doctora de la Facultad de Psicología de la UNAM, algunas de las consecuencias de la hipersexualizacion son: “Ansiedad a corta edad, depresión, insatisfacción corporal y trastornos alimentarios”: Nada de la cuestión demográfica. Solo nos faltaba ya una sociedad depresiva, insatisfecha corporalmente y padeciendo trastornos alimentarios.

Ni siquiera desde la Iglesia Católica, tan criticada siempre, se hacen planteamientos tan retrógrados, confusos y equivocados. Bueno, es que la Iglesia es infalible, aunque sólo sea a veces. Garci-Gallardo debe pensar sus respuestas antes de difundirlas a los cuatro vientos. Anda que no tiene problemas Castilla y León y por ende Zamora, como para hipersexualizarlas. Cada quien con su sexo que haga lo que le convenga o venga en gana. Que los políticos bisoños no vengan ahora descubriendo América, que lleva siglos descubierta y tratando o bien de confundirnos o de adoctrinarnos. Los bisoños y los políticos que gozan antigüedad. ¡Ya vale!

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