La Opinión de Zamora

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Carmen Ferreras

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Carmen Ferreras

Problema latente

Los casos de depresión en jóvenes se han multiplicado desde 2019

Pasar el COVID aumenta las posibilidades de sufrir una enfermedad mental. Ferran Nadeu

Desde el inicio de la pandemia de la COVID-19, la salud mental de los niños y los adolescentes se ha deteriorado, lo que está empeorando su calidad de vida. Son incontestables los datos recogidos en una reciente encuentra, que confirman el problema del que vienen alertando los pediatras, colectivo que también ha alertado sobre la falta de medios y criticado la mala ejecución de la estrategia de Sanidad. Eso, siempre y cuando exista una estrategia. Están acostumbrados a la improvisación y con sacar un ratito en la tele a Fernando Simón creen tener resulto el problema.

Los casos de depresión en jóvenes se han multiplicado desde 2019. ¿Cómo es posible que se haya llegado hasta este extremo? ¿Cómo no se han arbitrado soluciones? ¿Cómo no se han habilitado los necesarios mecanismos sanitarios y de atención para evitar la escalada? La situación es alarmante. Desde ese año de referencia se ha disparado la demanda de asistencia sanitaria en atención primaria y en urgencias hospitalarias de adolescentes de 14 y 15 años de media que han tenido comportamientos suicidas o se han autolesionado.

Se ha disparado la demanda de asistencia sanitaria en atención primaria y en urgencias hospitalarias de adolescentes de 14 y 15 años de media que han tenido comportamientos suicidas o se han autolesionado

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¿Qué puede pasar por la cabeza de un crío, a esa edad no podemos hablar de otra cosa, para que desee quitarse la vida? No todos los adolescentes que han tenido y tienen comportamientos suicidas sufren algún tipo de acoso escolar, es decir cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico de forma reiterada y a lo largo del tiempo. En cuántos casos, se desconoce el detonante. A veces tengo la sensación, y es una opinión muy personal, que necesitan alguien que les escuche, alguien que les entienda, pero también es cierto que se tienen que abrir a la posibilidad de ser escuchados, sin miedos, sin reparos de ningún tipo, con valentía. Explíquele eso a la mente humana de un adolescente.

Si es verdad que los casos de depresión se han multiplicado por tres o cuatro, no es menos cierto que los comportamientos suicidas han aumentado hasta un 59%. Se me pone la piel de gallina. Hablaba de pacientes de quince años, pero es que hay un llamativo segmento de niñas de entre 10 y 11 años con episodios de ansiedad y depresión. A esa edad yo jugaba con muñecas. Ahora se quiere avanzar tanto que se está robando la infancia a los críos. Llegar a la pubertad es un problema para muchas chavalitas.

Aunque la Sanidad pública mire de soslayo este asunto, estamos ante un problema latente que hay que saber manejar adecuadamente. Quizá se debería poner el foco de atención en esos críos que están pidiendo ayuda a gritos y a los que nadie, dentro y fuera de su entorno, parecen saber escuchar.

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