Se viralizó hace tiempo la frase "sorpresa en Las Gaunas", un latiguillo utilizado por los locutores radiofónicos cada vez que el Logroñés conseguía marcar un gol en su estadio a alguno de los grandes. Desde entonces, se viene empleando a menudo para ironizar sobre un hecho relevante que apenas causa estupefacción o, por el contrario, mantiene aquel espíritu de lo extraordinario que jamás deja sorprendernos. La frase se cuela con inusitada idoneidad en conversaciones de signo contrario, lo mismo que ese "no te digo nada", que lo mismo sirve para un funeral que para un bautizo. Con el escrutinio ya prácticamente inamovible, el Partido Popular ha obtenido una histórica mayoría absoluta en Andalucía, el PSOE y la herencia de Podemos se pegan sendos batacazos y Ciudadanos desaparece, engullido por el voto útil al PP. Sorpresa en Las Gaunas. Vox será irrelevante, dada la mayoría absoluta lograda por Moreno Bonilla. Sorpresa en Las Gaunas y sorpresa en San Telmo, sede del Gobierno andaluz.

Que cunda esto último. La noticia en estas elecciones no era tanto si los socialistas se hundían o Cs se desvanecía. Que más nos daba, en ninguno de esos dos posibles escenarios había sorpresa. Ni siquiera se ponía en duda la victoria de Moreno, que no del PP, cuyas siglas han sido pertinentemente escondidas durante la campaña electoral, pero es muy probable que la mayoría absoluta no la esperara ni el propio candidato popular. La otra campanada la ha dado la irrelevancia que los 14 diputados de Vox (con casi el 100% del voto escrutado). Y de eso se trata a partir de ahora, de que el discurso zafio, antiguo, guerracivilista, homófobo, xenófobo y machista de la ultraderecha acabe perdiéndose en las anécdotas de la historia.

Lo consiguió Feijóo en Galicia y Juanma Moreno en Andalucía; pero antes Díaz Ayuso les jaleó en Madrid y lo consintió Mañueco en Castilla y León. Hay un antes y un después de Andalucía, que ha marcado la nueva hoja de ruta. Aunque no comulguemos con las ideas de Juanma Moreno, la sociedad debe respirar aliviada por los resultados andaluces porque vence la democracia a la intolerancia, la moderación al exabrupto. No solo debe tomar nota Feijóo, sino el resto de barones territoriales que a estas alturas continúan coqueteando con Vox en autonomías con etapas históricas de gobierno del centroderecha, como Murcia o la Comunidad Valenciana. 

Moreno ha picado de todas las siglas, especialmente de Ciudadanos, aunque posiblemente también del PSOE. El líder popular andaluz ha logrado hurtarle a la izquierda hasta su eslogan más reconocible, el "sí se puede". Y vaya sí ha podido. Confiemos ahora en que todo el Partido Popular haya entendido el mensaje.