La Opinión de Zamora

La Opinión de Zamora

Tomás Crespo Rivera

Adiós a Clara

Tomás Crespo junto a Clara Miranda en una exposición del artista. | T. C. Tomás Crespo Rivera

Las cenizas de Clara Miranda, la viuda Claudio Rodríguez, llegan hoy a Zamora para ser depositadas en la tumba donde reposa el poeta. Un sencillo e íntimo acto tendrá lugar en el cementerio de San Atilano, organizado por el Seminario Permanente Claudio Rodríguez, al que acudirá familia y amigos. Dos de ellos, los artistas Tomás Crespo Rivera y Antonio Pedrero realizan su particular homenaje a la que fuera compañera del poeta y del propio círculo íntimo que frecuentaba el matrimonio.

Fue no solo compañera de Claudio sino una eficaz colaboradora en el complicado mundo de las letras

decoration

Desde que falleció Clara Miranda, en Madrid el 6 de marzo pasado, además del dolor por la ausencia, me ha quedado el pesar de no haberle podido dedicar, a su debido tiempo, unas líneas de despedida a una de mis mejores amigas. Nunca es tarde para recordar vivencias de las que ella y Claudio eras protagonistas.

T. C. Busto de Clara Miranda obra de Tomás Crespo.

En el verano de 1960, Claudio apareció en Zamora como lo solía hacer, pero esta vez acompañado de su esposa Clara Miranda, su novia y compañera de curso en la Facultad de Filosofía y Letras de Madrid. Yo acababa de terminar en la Escuela de San Fernando y ya empezaba a trabajar. En principio mi idea de regalo de boda fue hacerle una cabeza retrato a Claudio, pero enseguida, conociendo que el poeta no sería un buen modelo, decidimos hacérselo a Clara, que además me pareció que tenía facciones más escultóricas. La escultura a día de hoy sigue estando en escayola, pues fundirla en bronce en aquel tiempo costaba 3000 y 4000 pesetas, que ni el escultor ni los receptores disponíamos de ese capitalazo.

Lo cierto es que la escultura, debidamente patinada, estuvo presidiendo el despacho de Claudio, en el piso de Lagasca 12, que es donde vivieron más de 30 años. No recuerdo cuando abandonaron esa vivienda pero poco después del cambio decidieron que la escultura debía estar en mi estudio, con la pretensión de que yo gestionase, no solo la posibilidad de fundirla, sino, y principalmente, que pasase a formar parte de los fondos zamoranos de la Institución que corresponda, que es donde tiene que estar la vida y la obra del gran poeta, pretensión debidamente expuesta y a día de hoy fracasada.

Clara era una mujer de sólida formación cultural consecuencia de su ambiente familiar. Su carácter abierto y optimista la hacía de fácil trato a cualquier nivel social. Fue no solo compañera de Claudio sino una eficaz colaboradora en el complicado mundo de las letras y más teniendo en cuenta el alto nivel que desde muy joven tenía su marido, todo ello alternándolo con su trabajo profesional, pues Clara era bibliotecaria en el Instituto Internacional de Madrid.

Si nos referimos a Zamora se puede decir que siempre vivió rodeada de los amigos de Claudio y también de sus mujeres, amigas y naturalmente los que con los años fueron aumentando.

En la vida con Claudio solían pasear en soledad por el casco viejo y sobre todo por los barrios y las cercanías de su “río Duero duradero”. A ellos les hubiese gustado tener una casita por estas zonas de la ciudad.

A la muerte de Claudio la vida de Clara cambió de manera importante, no solo por la gran pérdida sino porque era constantemente solicitada en homenajes y actos literarios dedicados a Claudio. Naturalmente muy agasajada en cada lugar, pero en la intimidad se lamentaba por la pérdida de parte de su libertad e independencia, esto naturalmente referido a sus últimos años.

Finalizo este artículo recordando la gran actuación del alcalde Antonio Vázquez que, en los días previos al fallecimiento de Claudio, acompañado de un grupo de amigos del poeta, decidimos la elección del suelo, con la promesa de que allí se construyese la sepultura con la fuente, todo ello con cargo a la Casa Municipal. La original obra de Luis Quico fue inaugurada el día que se celebraba el primer aniversario del fallecimiento de Claudio Rodríguez, Hijo Predilecto de la ciudad.

Este sábado día 18 de junio la familia de Clara traerá las cenizas al cementerio de San Atilano, cumpliendo así su promesa de descansar al lado de Claudio.

Descansen en Paz.

Compartir el artículo

stats