La Opinión de Zamora

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Antonio Gallego

Un loco al poder

Se dice que siempre vienen tiempos mejores, el problema es si los veremos

Las investigaciones del asalto al Capitolio estrechan el cerco sobre Trump. Jim Lo Scalzo

Desde esta parte del mundo occidental siempre habíamos pensado que esta posibilidad podría darse y de hecho se ha dado en varias ocasiones, pero siempre referida a países del tercer mundo o similares, con larga historia en el autoritarismo permanente y cuyos pueblos vivían en la ignorancia y la pobreza. Pero esto ya está ocurriendo en países más parecido al nuestro e incluso con historias democráticas más longevas y consolidadas.

Lo que pasó en EE UU el 6 de enero de 2021 fue algo que no estaba en la cabeza de ninguna persona normal y estuvo a punto de lograr su objetivo. Los datos e imágenes que estamos conociendo estos días como consecuencia de los trabajo de la Comisión Especial en el Congreso nos están llenando de zozobra, pavor e incredulidad a muchos ciudadanos del mundo. Muchos lo vimos directamente por televisión, pero el conocimiento de los pormenores, organización para ejecutarlo y la cantidad de descerebrados que se sumaron a ello simplemente porque un líder populista, con mensajes falsos y apoyado por muchos congresistas del partido republicano interesados en mantener sus cuotas de poder y sus grandes fortunas lo deseaban. Lo que se pretendía era anular el resultado electoral y abrir una crisis institucional para mantener al Sr. Trump en el poder. Simplemente llevar a un loco al poder. Desde entonces este gran país, como decía Liz Cheney, ha quedado históricamente deshonrado como de alguna manera le ha pasado a Alemania con la llegada de Hitler y la masacre de judíos.

Detrás de esta humillante historia americana está el populismo político que está invadiendo todo, debido a que nuestras sociedades son cada vez más complejas y se venden mejor las soluciones fáciles, entendibles por el hombre corriente

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Está claro que detrás de esta humillante historia americana está el populismo político que está invadiendo todo, debido a que nuestras sociedades son cada vez más complejas y se venden mejor las soluciones fáciles, entendibles por el hombre corriente, por la llamada gente normal. Se trata de debilitar y ridiculizar las exitosas sociedades democráticas, el pluralismo político y el cosmopolitismo cultural. Se busca y se apela con denuedo por estos populismos de la pureza de la raza y de la nación, apoyándose en una historia deformada o se agarra a palabras genéricas y gloriosas en el pasado como es “libertad” sin decir nada.

Otro caso muy distinto pero que nos acerca a esa posibilidad de que un loco llegue al poder lo tenemos en la Rusia del Sr. Putin y lo que está originando con la guerra de Ucrania. Este gran país tiene un sistema representativo muy complejo y desde el salto que se dio en su día con la entrada del capitalismo ha provocado grandes grupos de poder nada democráticos y muy dependientes del poder político. Por otra parte, la sociedad civil está muy controlada y cuenta con un sistema policial y legal muy represivo. Es una sociedad amordazada.

Estamos hablando de dos grandes potencias y solo nos falta otra, China, donde parece que todo apunta a que a largo plazo será la más poderosa. Allí todo el más complejo y oscuro. Sus ciudadanos se están enriqueciendo, pero no está claro que también lo estén haciendo sus derechos civiles y democráticos. También tiene problemas de frontera con Taiwán y ya veremos, en función de como acabe esta guerra de Ucrania, si no se anima a hacer lo mismo que Rusia.

Nunca he vivido un momento tan complejo e incierto en mi vida. Tanto por la abundancia de los llamados problemas macro (guerras, crisis de energía, emigraciones, amenaza nuclear, posibles hambrunas, confusión política, falta de liderazgo mundial, ampliación de la OTAN, ruptura de la globalización, cambio climático cada vez más evidente, etc.) como micro (inflación, precios elevados en energía y alimentos, pandemia aún residual, ruptura de estructura familiar, incertidumbre en la estructura de la monarquía, deslegitimación continua y calculada del partido que ha ganado las elecciones, etc.).

Se dice que siempre vienen tiempos mejores, el problema es si los veremos.

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