Mi personal homenaje al amigo-hermano poeta Jesús Hilario Tundidor quiere resumirse aquí en cuatro tiempos a través de cuatro dibujos-retrato que yo hice a lo largo de su vida, de la que ahora se cumple el primer aniversario de su triste pérdida entre nosotros.
El primero es del año 1955 como joven promesa de la poesía zamorana que irrumpía con fuerza en el panorama de las letras locales. El segundo corresponde a uno de sus primeros libros, ‘Río Oscuro’, del año 1960, en el que colaboré e hice un retrato-dibujo (destruido en un incendio) y en el que acompañaba unas cuantas ilustraciones hoy desaparecidas. El tercero está hecho en su madurez y total reconocimiento, en 1988, como gran poeta nacional con importantes premios literarios en su haber; y el cuarto y último dibujo (con sombrero) es del año 2015, en su 80 cumpleaños, que fue regalo en una inolvidable cena-homenaje a su importante trayectoria por todos sus amigos.
Es un resumen escueto pero certero de cuatro momentos de la efigie del inolvidable y muy querido Jesús, con quien desde los años 1950 en adelante fuimos amigos hasta su tristísima ausencia en el mes de la poesía, mayo de 2021.
No será el último recordatorio, amigo Jesús, pues de acuerdo con tu hijo Jesús Pedro y tu familia tengo guardados como oro en paño algunos manuscritos por ti regalados que irán saliendo a la luz como personales e íntimos homenajes a vuestra larga cariñosa y profunda AMISTAD que siempre presidió nuestras vidas en el ARTE y CARIÑO verdaderos.
Con mi más emocionado recuerdo siempre.