La Opinión de Zamora

La Opinión de Zamora

Editorial azul

El potencial de la conexión ferroviaria hispano-lusa por Zamora

AVE en Zamora JESUS HELLIN

A finales de los años 90, con el socialista Josep Borrell al frente del, entonces, Ministerio de Obras Públicas, la posibilidad de que un tren de altas prestaciones pasara por Zamora era una quimera. La provincia, que había sido pionera en las primeras líneas de ferrocarril, había visto declinar paulatinamente un potente pilar de empleo desde inicios del siglo XX. Las abandonadas instalaciones de esa joya arquitectónica que es la estación de tren de la ciudad dan fe de los momentos de máximo esplendor en los que los trabajadores asociados al mantenimiento y funcionamiento de las vías llegaban a 800 personas.

El plan de ferrocarriles del Gobierno de Felipe González sólo contemplaba la variante de Monforte y la conexión de la meseta con Galicia a través de León. Hubiera sido la puntilla para la línea convencional proyectada en su día como cumbre de la ingeniería por el nunca suficientemente valorado Federico Cantero Villamil. Puede que el espíritu visionario del ingeniero promotor de la presa del El Porvenir, que daría luz a Zamora, acabara por impregnar a todo un movimiento ciudadano que cristalizó en una plataforma para hacer cambiar de idea a los políticos.

Había muchas razones de parte de la “opción zamorana”. Los ingenieros y técnicos del propio Ministerio tenían claro que el trazado por la provincia era el más corto y el más económico. Los trabajadores de la plantilla ferroviaria de Zamora secundaban con datos contundentes esa misma realidad y la ciudadanía se puso en marcha. Buena parte de la hemeroteca de LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA de los tres últimos decenios da cuenta de ello.

Al final, aquella quimera, tomó cuerpo de decisión política, ya con el PP de Aznar en el poder, y, aunque veinte años después, es ya una realidad, a la espera de completar y mejorar, mucho, los servicios que ofrece, el AVE une Zamora con Madrid en una hora. Así lo pronosticaban los técnicos que hablaban de facilidades orográficas para una costosísima obra. Se cumplieron todas sus previsiones que explican, por razones de trazado y coste, los retrasos en la opción de León. El primer pasillo concebido como único también se construyó. No hubo conflicto territorial y ahora estamos concentrados en obtener la máxima rentabilidad socioeconómica de lo que, treinta años atrás, parecía un sueño.

No es un sueño, es una oportunidad nada desdeñable. En el pasado la intervención de Galicia fue definitiva para el paso del AVE por Zamora. Ahora tenemos el impulso de Portugal en un momento clave de aplicación de los fondos Next Generation

decoration

El dramaturgo Eugêne Ionesco decía que “las ideologías nos separan”, pero “los sueños y la angustia nos unen”. En estos momentos de angustia hay otra oportunidad para unirse y para soñar otro paso en la historia del ferrocarril que puede hacerse realidad: la conexión con Portugal hacia Zamora.

La pasada semana LA OPINIÓN-El CORREO DE ZAMORA publicaba la penúltima de las tentativas lanzadas desde el otro lado de la Raya. Portugal siempre adelanta a España cuando se trata de iniciativas ibéricas que pueden repercutir en el desarrollo de espacios castigados como es el oeste zamorano. Un colectivo, la Asociación Vale D´Ouro ha tenido el coraje de llevar al Ministerio responsable de transportes luso una propuesta para trazar una línea férrea que llegaría a Braganza atravesando dos de las comarcas más despobladas y empobrecidas del oeste ibérico: Tras Os Montes y Aliste, con una estación de AVE en territorio portugués a veinte kilómetros de Alcañices.

Ya existe otro proyecto, anterior, que apuesta por la conexión directa con la estación de Otero de Sanabria. Y resulta que todo un estudio elaborado por técnicos expertos avala como mejor opción esta última, resaltando las ventajas de la conexión por Chaves y Verín e incluso la planteada por Salamanca. El “Estudio del corredor ferroviario Porto-Vila Real-Braganza-Zamora” analiza un trazado de 265 kilómetros cuyo coste alcanzaría los 3.700 millones de euros, incluidos los 35 kilómetros de nueva línea AVE desde Braganza a Otero, cifrado en unos 450 millones.

El estudio propone un uso mixto del tren para mercancías y viajeros, algo usual en otros países como Francia. Aprovecharía parte de la línea convencional a Galicia, la ideada en su día por Cantero Villamil, que solo tendría que electrificarse. El resultado permitiría acortar los tiempos de viaje desde Oporto y también desde Lisboa a Madrid y al resto de Europa, además de vertebrar todo el territorio de Tras os Montes. El Noroeste se convertiría en uno de los mayores nudos ferroviarios y modificaría la movilidad, ahora tan limitada, en la zona del oeste.

No es un sueño, es una oportunidad nada desdeñable. En el pasado la intervención de Galicia fue definitiva para el paso del AVE por Zamora. Ahora tenemos el impulso de Portugal en un momento clave de aplicación de los fondos Next Generation.

Sería un proyecto a medio plazo, porque la labor reivindicativa debe tener este objetivo en mente sin olvidar las demandas de mejora de frecuencias y precios en los billetes de AVE. Las quejas de viajeros por la escasa oferta de pasajes hacia Zamora, es continua. A veces, inexplicable e inaudita. El “tren completo” es el cartel habitual con el que los viajeros se topan en la web de Renfe que pretende hacer el trayecto entre Madrid y Zamora y viceversa, sobre todo en festivos o en fechas señaladas.

Inaudito resultó que quince días antes de iniciarse la Semana Santa ya no hubiera un solo boleto para venir a Zamora. Y, a diferencia de otros destinos, no hubo refuerzos. Difícil resultará hablar de que no hay demanda si los usuarios encuentran tan escasa oferta. Zamora sigue esperando, hace ya más de cien días, los bonos para “viajeros recurrentes” anunciados por el Ministerio de Transportes. De la llegada del “low cost”, nada se sabe. Y hablamos de una línea que registró el mayor aumento de tráfico durante el año 2021. Algo lógico, puesto que se duplicaron los trenes. También urge el diseño por parte de las administraciones competentes (regional, provincial e incluso local) de una red de transporte público que conecte a toda la provincia para que el acceso al ferrocarril sea posible incluso en núcleos tan vitales como Benavente, donde se desmanteló la Ruta de la Plata en 1985, sin otra alternativa que la carretera.

La unión con Portugal puede ser determinante para que esta parte de las expectativas se cumplan. Sería el primer plazo de esa nueva apuesta hispano lusa que entronca con lo que defiende tanto el Gobierno español como la propia Europa al hablar del ferrocarril como transporte alternativo al coche y al avión por sostenible medioambientalmente.

Compartir el artículo

stats