El hidrógeno es el elemento químico más abundante en nuestro planeta y, aunque resulte sorprendente, con un adecuado tratamiento se puede utilizar para producir energía. De hecho, muchos sectores llevan años utilizándolo como combustible. Sin embargo, ha sido un gran desconocido hasta la popularización del llamado “hidrógeno verde”.
Debido a su baja densidad, en su forma natural el hidrógeno siempre aparece mezclado con otros elementos. Esto es un gran inconveniente porque para poder utilizarlo es necesario aislarlo. Es en este proceso de disociación donde erradican las diferencias entre los tipos de hidrógeno. Según el compuesto original en el que se halle el hidrógeno y del método empleado para separarlo del resto de elementos le ponemos la etiqueta de hidrógeno verde, gris, marrón o azul. De hecho, el hidrógeno solo es renovable si su proceso de extracción también lo es.
El hidrógeno gris, el hidrógeno azul y el hidrógeno marrón se obtienen mediante métodos nocivos para el medio ambiente puesto que en el proceso de disociación se emite dióxido de carbono. Esto es así porque la materia prima, el compuesto original que contiene hidrógeno, es un combustible fósil como el carbón, el gas natural u otros hidrocarburos ligeros.
La energía que permite el proceso de electrólisis procede de fuentes renovables por lo que el hidrógeno verde se obtiene con métodos sostenibles para el medio ambiente
El hidrógeno verde utiliza como materia prima agua que como su fórmula indica –H2O- contiene oxígeno además del buscado hidrógeno. El proceso por el que se disocian ambos elementos se llama electrólisis y consiste en utilizar una corriente eléctrica para separarlos. Esto indica que para obtener energía posteriormente hay que hacer una pequeña inversión energética para conseguir dicha corriente eléctrica. En el caso del hidrógeno verde, la energía que permite el proceso de electrólisis procede de fuentes renovables por lo que el hidrógeno verde se obtiene con métodos sostenibles para el medio ambiente.
El gran inconveniente del hidrógeno verde, que ha dificultado su desarrollo, es el elevado coste de su producción puesto que el proceso requiere grandes cantidades de energía y la obtenida de fuentes renovables es más costosa. Sin embargo, el abaratamiento de los costes de producción de energía procedente de fuentes renovables hace cada vez más rentable su utilización en los procesos de generación de hidrógeno.
El hidrógeno se lleva utilizando como combustible desde hace décadas, aunque de forma poco sostenible. Ha sido así hasta que el abaratamiento de los costes de producción de energía renovable ha permitido la extensión del hidrógeno verde que a diferencia del resto es renovable y sostenible.
