La Opinión de Zamora

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José Manuel del Barrio

Siete días y un deseo

José Manuel del Barrio

Historias de vida

El innovaor proyecto de Almudena, la ganadera de Argañín

ALMUDENA, GANADERA DE ARGAÑÍN IRENE GÓMEZ

Ya conocen mi afición por traer a esta columna historias de vida, condensadas en las pocas palabras que permite un espacio de estas características. Por aquí han pasado algunos personajes que me he encontrado en un camino, en una dehesa, en una plaza, en un bar o en los rincones más extraños. De esas personas guardo recuerdos imborrables, pues de ellas aprendí una palabra, un gesto, un modo de entender la vida y muchas otras actitudes que, con el paso del tiempo, sigo recordando. Hoy comparto lo que he aprendido de Almudena, la ganadera de Argañín, cuyo reportaje de hace unos días en este periódico y, posteriormente, en “El Periódico de España” ha suscitado una legión de admiradores en muchos rincones de España. Por ejemplo, aunque no solo, entre mis estudiantes de Sociología Rural, asignatura que imparto en la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de Salamanca, que tuvieron la suerte de verla y escucharla virtualmente antes de Navidad en una de mis clases. Y les entusiasmó tanto como el reportaje referido.

Almudena ha puesto en marcha una nueva oferta cultural, que ya empieza a brindarle numerosos beneficios emocionales: dar a conocer la vida pastoril a las gentes que quieran pasar con ella una jornada, como dice ella, pastoreando

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Que recuerde de nuevo a Almudena es por un motivo fundamental: el significado de lo que representa una mujer neorrural, es decir, alguien que residiendo en otra zona de España tomó la decisión de emprender un proyecto de vida personal y familiar en un pueblo del oeste de Zamora, cuidando ovejas desde el mayor de los desconocimientos. Como pueden imaginar, el reto era impresionante, pues había que levantar un nuevo edificio de relaciones sociales y construir un proyecto de sostenibilidad económica desde cero, con todo lo que eso implica en términos de adaptación y conocimiento del nuevo contexto social, económico, político y cultural de Argañín, un pueblo con sus dinámicas e historias particulares, conformadas durante muchísimos años. Y ese reto lo ha ido superando con dificultades y mucho tesón, como suele suceder con las iniciativas de empleo que se ponen en marcha en cualquier rincón de este planeta. Pero en el caso de Almudena hay que resaltar también la capacidad de innovación y de creatividad que la caracteriza.

¿De qué estamos hablando? Almudena ha puesto en marcha una nueva oferta cultural, que ya empieza a brindarle numerosos beneficios emocionales: dar a conocer la vida pastoril a las gentes que quieran pasar con ella una jornada, como dice ella, pastoreando. La iniciativa se va conociendo cada vez más por aquí y por allá, con gentes que proceden de los rincones más insospechados. Por Argañín empiezan a aterrizar familias o grupos de amigos que sienten curiosidad y quieren que una pastora les explique, en vivo y en directo, el significado del pastoreo en todas las dimensiones, es decir, desde la sostenibilidad ambiental, el cuidado de la naturaleza y los modos de producción ecológica hasta una lectura del paisaje, el patrimonio rural y las tradiciones. En fin, un proyecto muy innovador que solo es posible ponerlo en marcha cuando la pasión y las ganas por innovar se ponen al frente de un negocio, una actividad económica o de cualquier otra tarea en la vida. Y aquí Almudena nos ha dado a todas y todos un magnífico ejemplo.

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