La Opinión de Zamora

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Demetrio Madrid

España en alianza con Portugal

La entente entre los dos países es clave para el futuro de la Unión Europea

Cumbre de la Unión Europea con los mandataros de Portugal y España, entre otros.

Por fortuna, estamos lejos de aquel tiempo tan triste como el que tuvimos que vivir política y socialmente en la historia reciente de la Península Ibérica, cuando, tanto en España como en Portugal los gobiernos estaban dirigidos por dos dictadores, que firmaron el famoso Pacto Ibérico, que en la práctica consistía en poner de espalda a los ciudadanos de ambos países, sin democracia ni libertad. Esta situación nos llevó a la incomunicación de todo tipo, haciendo que las fronteras fueran, entre otras cosas, un impedimento material que simbolizaban el desencuentro físico pero también y más grave político y social, con el correspondiente desconcierto entre dos pueblos hermanos.

Como diputado constituyente y presidente de la Comunidad de Castilla y León, fui invitado a la firma del Acta de Adhesión de España en las Comunidades Europeas (hoy Unión Europea) que se celebró en el Palacio Real de Madrid el 12 de junio de 1.985, de manera que la entrada de España en la Unión Europea, se hizo efectiva el 1 de enero del 86. Ese mismo itinerario lo recorrió, simultáneamente el País hermano Portugal.

Desde ese momento España, también Portugal, tuvieron un giro muy importante en sus economías y se acrecentó la consideración y el respeto del resto de los países europeos y de la Comunidad Internacional, también nuestra propia autoestima. Modificándose la idea existente de que, tanto Portugal como España, eran unos países atrasados que no poseían el marchamo democrático.

El ingreso de nuestros países en la Comunidad Europea, le dio a esta nuevo impulso, en términos de dinamismo, de manera que se transitó del denominado “euroescepticismo” al “eurooptimismo

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A su vez, el ingreso de nuestros países en la Comunidad Europea, le dio a esta nuevo impulso, en términos de dinamismo, de manera que se transitó del denominado “euroescepticismo” al “eurooptimismo”, gracias, entre otras contribuciones a la aportación de nuestros representantes en las instituciones y organismos europeos, tanto en la Comisión como en el Consejo y sobre todo en el Parlamento Europeo. Contribución que muchos recordarán, pues no conviene olvidar el empuje, aportando nuevas ideas y un entusiasmo desconocido.

Ese nuevo aliento se sumó a los objetivos de la Comunidad, aunque es justo y necesario señalar las aportaciones y nuevas ideas realizadas por los distintos Gobiernos socialistas presididos por Felipe González y apoyados fundamentalmente por el Presidente de la Comisión Jacques Delors y por el Canciller de la República Federal de Alemania Helmut Kohl. Es pertinente y adecuado subrayar que algunos proyectos significaron acontecimientos en la historia moderna, de nuestro país y de Portugal, también lo fueron para la propia Comunidad. Conviene destacar como logros: ¨la ciudadanía europea y la Cohesión en Maastricht en 1991; asimismo se aprobó la dotación del Fondo de Cohesión en Edimburgo en 1992; también se lograron los Fondos para el Sur del sur mediterráneo en Cannes en 1995. Con la inversión y aplicación de todos esos Fondos, se transformaron, para bien, las estructuras obsoletas tanto de Portugal como de España.

Sin olvidarnos de conmemorar que una de las aportación del vicepresidente de la Comisión, el español Manuel Marín con la genialidad de los llamados Erasmus, programa de intercambio de los jóvenes europeos que modernizó las relaciones no solo entre los jóvenes, también entre las familias. Lo que contribuyó al cumplimiento de los objetivos de la Unión Europea, incrementando la formación y la educación, lógicamente el aprendizaje y utilización de los idiomas. Todos estos logros, que significan unos acontecimientos históricos, se han convertido en un fenómeno social, cultural y educativo, no solo, para los jóvenes estudiantes europeos.

Pues bien, no fueron suficiente los logros conseguidos para la cabeza de algunos al tildar a Felipe González de ¨pedigüeño” cuando batallaba para conseguir los mayores “Fondos de Cohesión” que transformaros físicamente la Península Ibérica.

Ahora, Pedro Sánchez, ¿otro “pedigüeño”?, está contribuyendo decisivamente en la consecución de, nuevos proyectos europeos entre otros, el Plan de Recuperación Nex Generación (Fondo de Recuperación Europeo) con el documento español al Eurogrupo. También ahí que resaltar la aportación inestimable del Primer Ministro portugués Antonio Costa que con su determinación están a punto de conseguir mejorar el mercado eléctrico con una salida razonable para la Península Ibérica.

España tiene (tenemos) por delante situaciones complejas como la invasión y la guerra de Ucrania con sus complicadas consecuencias, como son la energía, el trasporte, la inflación, el Sahara Occidental y sus consecuencias

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Todo ello reconociendo que estamos, como el resto de Europa, ante innumerables dificultades políticas y con una escasa, por no decir nula aportación de las derechas, siendo como son asuntos llamados de Estado. Frente a estas situaciones el actual Gobierno ha tenido que aprobar dos Presupuestos Generales del Estado e innumerables Leyes y Proyectos. Ciertamente España tiene (tenemos) por delante situaciones complejas como la invasión y la guerra de Ucrania con sus complicadas consecuencias, como son la energía, el trasporte, la inflación, el Sahara Occidental y sus consecuencias.

Mientras tanto, paradójicamente el Partido Popular, en connivencia con Vox, y sus insensatas consecuencias, sigue proclamándose como único defensor de la Constitución de 1978 con lo cual, una vez más, está retorciendo la verdad histórica, con sus planteamientos presentes y pasados. Conviene recordar que Alianza Popular (ahora Partido Popular) con su fundador a la cabeza Manuel Fraga votaron Sí a la Constitución 8 diputados, 5 en contra y 3 se abstuvieron, es decir divididos en tres bloques. Mientras tanto su sucesor José M. Aznar, se declaraba falangista independiente y escribía, entre otras “perlas” en “La Nueva Rioja” sobre la propia Constitución: “El consenso ha provocado un efecto fulminante en el buen funcionamiento democrático”, refiriéndose al régimen anterior.

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