¿Estamos asistiendo al principio del apocalipsis?, ¿Se ha iniciado el fin del mundo? A tenor de los relatos que llegan hasta nuestros días y que hablan de profecías que, mayoritariamente, terminan cumpliéndose, pudiera ser. Una de las predicciones que ha cobrado fuerza estos días es la de la aparición de la Virgen de Fátima en lo que hoy es Ucrania donde predijo una batalla entre esta nación y Rusia. Una profecía que también hablaba de un hipotético apocalipsis, cuyo origen tendría lugar tras comenzar el conflicto.

La cosa es como para echarse a temblar si pensamos en lo acertado de Nostradamus, de la mística clarividente búlgara Vangelia Pandeva Dimitrova, más conocida como Baba Vanga y ya nada le digo, si la predicción parte de la Virgen María en cualquiera de sus advocaciones. El 24 de febrero Rusia invadió Ucrania, lo que acontece cada día lo cuenta en profundidad nuestro periódico. En relación con la profecía, sabemos que la Virgen María había hecho su aparición en Grúshevo, una localidad ucraniana, coincidiendo con la primera conmemoración del desastre de Chernóbil. Esta información llegó a Juan Pablo II que envió a investigar para comprobar si fue cierto. Varios niños afirmaron que se les había aparecido. Según sus testimonios, la Virgen había pedido que Rusia se consagrara a su Inmaculado Corazón, ya que esa sería la única forma de que se alcanzara la paz duradera.

Cualquiera se lo dice al sátrapa ruso. No está Putin para otros rezos que no sea la ya conocida letanía de acabar con Ucrania tal y como la conocemos hasta ahora. La cosa no le está resultando nada fácil, gracias al ardor guerrero de los ucranianos. Esta situación puede que propicie o tal vez no, que se cumpla la profecía. Hay que ser muy optimista para creer que acabará en tablas. Lo terrible es que, de cumplirse la predicción de la que ya se hablaba en la antigua Unión Soviética, Rusia y el mundo estarán condenados a la extinción.

Alguna vez, durante estos días, ante la pantalla del televisor, viendo las imágenes de destrucción y los muertos, ¿no le ha recorrido un escalofrío por todo el cuerpo? A servidora sí. Soy optimista por naturaleza, pero hay algo que no sé bien si me asusta o me preocupa y que tiene mucho que ver con las preocupaciones que la Virgen trasladó a los niños a los que pidió que las transmitieran a la humanidad, reconociendo que estaban causadas por la impiedad y la desmoralización, y que si no se arrepentían, tendría lugar un terrible castigo. Castigo que no propicia la Virgen, sino los hombres y en concreto el tirano ruso.

Todo lo dicho, ¿acaso no le suena al principio del apocalipsis?