Hace 125 años la luz eléctrica se encendía por primera vez en las calles de la ciudad de Zamora. Y en un local de la calle de San Andrés se alumbraba también el germen del periódico que acabaría culminando en la cabecera LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA en 1992, de la mano del grupo Prensa Ibérica. En este siglo y cuarto, el periódico se ha consolidado como líder indiscutible en la provincia y uno de los de mayor influencia regional, como altavoz de las inquietudes de toda una sociedad que ha ido evolucionando, igualmente. Ese binomio entre lectores y periódico (y viceversa) se ha forjado con el devenir diario que incluye la realidad más cercana, pero también de todos los hechos que influyen directa o indirectamente en la marcha de una provincia que nunca ha sido ajena a lo que ocurría en su entorno nacional e internacional.

LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA quiere reivindicarse más que nunca como la casa en la que confluyen todas las voces, la diversidad de pensamiento, el lugar de debate de las ideas, nunca de la confrontación

Son muy pocos los diarios que consiguen mantenerse en esa posición de liderazgo durante más de un siglo, solo se logra con la confianza de quienes, todos los días, abren estas páginas, en cualquiera de sus plataformas. La fidelidad de tantos años es nuestro primer haber. La recompensa justa al esfuerzo que supone haber sabido mantener el pulso informativo de forma constante y, también, evolucionar, no solo tecnológicamente.

LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA quiere reivindicarse más que nunca como la casa en la que confluyen todas las voces, la diversidad de pensamiento, el lugar de debate de las ideas, nunca de la confrontación, de una sociedad que es el principal sujeto activo de su presente y su futuro, en los que creemos y por los que apostamos. Nuestra máxima será ahondar en ese nexo común con los zamoranos de todas las edades, comenzando por los más jóvenes. Por eso, que el logo de nuestro 125 aniversario haya sido el resultado de un concurso entre los alumnos de Diseño Gráfico de la Escuela de Artes, es más que un gesto. Es todo un símbolo de nuestro compromiso con la provincia y sus gentes. Con un porvenir en el que, entre todos, logremos despejar las incógnitas que se ciernen en estos tiempos de incertidumbre.

De ahí nuestro empeño en vincularnos con el mundo de la educación, por reseñar los éxitos de investigación del campus Viriato, fruto de una de las reivindicaciones ciudadanas por ese futuro mejor, hace ya más de 30 años. Que las viejas instalaciones de un cuartel sean hoy una Universidad donde se imparten tecnologías punteras debe servirnos de referencia para entender lo mucho que puede conseguirse cuando toda una sociedad se pone en pie y camina unida, con su periódico como notario de la actualidad. Vivimos comprometidos, además, con una labor didáctica, de acompañamiento, para que nadie, de los más pequeños a nuestra reverenciada audiencia de mayor edad, se quede atrás. Seguiremos presentes en cada rincón de cada pueblo, en cada hogar de los zamoranos, allá donde se encuentren, incluso fuera de Zamora.

Nuestra única y eficaz herramienta frente a tantos retos se llama periodismo y a él nos consagramos, en defensa de los intereses generales de la sociedad zamorana

Estamos inmersos en una expansión creciente que se suma al tradicional papel desde 1997, cuando nació la primera página web con un Internet que ya se anunciaba como la nueva revolución. Acometimos el reto con la ilusión del estreno, pero contábamos con un buen respaldo: el que otorga la veteranía, el poso que da la historia que se guardan en las páginas de 125 años en los que se han relatado las noticias que han cambiado el mundo, de las más esperanzadoras, a las más trágicas.

Y una ventaja determinante es haber contado, en el trayecto de la vorágine de los últimos años del siglo XX hasta este primer cuarto de siglo XXI, con las sinergias de un gran grupo de comunicación, Prensa Ibérica. Formamos una familia de periodistas de más de una veintena de cabeceras distribuidas por toda España, profesionales de la comunicación que están al pie de la noticia allá donde se produzca, desde la última localidad de esta provincia hasta el cruento escenario de la guerra en Ucrania. Siempre desde la veracidad, desde la realidad que entraña descubrir el rostro descarnado de una pandemia que dura ya dos años, pero también contribuimos a ponerle cara, nombres y apellidos a todos aquellos que luchan por construir un futuro de prosperidad, de esperanza. A su lado nos encontrarán, ahora y siempre.

El periodismo alienta una sociedad cuya riqueza se basa en la diversidad de pensamiento, en la discrepancia desde el respeto al otro, en la igualdad. Eso exige escuchar a los demás, conocer sus circunstancias, empatizar

La duda es el estado natural del periodista, lo que le impulsa a indagar, a contrastar, a cuestionarlo todo. Nada más opuesto al periodismo que el afán por construir un pensamiento único, que solo conduce a la pérdida de la auténtica libertad.

Cuando un periodista se siente en posesión de la verdad, pierde lo más preciado que otorga este oficio: la mente abierta al conocimiento, las ganas de un aprendizaje continuo, una sed que jamás se extingue. Ese esfuerzo ha tenido como fruto todo tipo de distinciones de colectivos, así como los principales premios del periodismo español, como el Ortega y Gasset o el Francisco de Cossío, que galardonan la trayectoria de profesionales de esta cabecera zamorana.

El periodismo alienta una sociedad cuya riqueza se basa en la diversidad de pensamiento, en la discrepancia desde el respeto al otro, en la igualdad. Los periodistas somos personas que contamos cosas que les pasan a otras personas. Eso exige escuchar a los demás, conocer sus circunstancias, empatizar. Cualquier idea preconcebida anula el debate que alimenta la formación de un ciudadano crítico, capaz de distinguir la noticia del ruido mediático que algunos intentan disfrazar de información.

Vivimos tiempos convulsos. Hechos históricos que se reflejarán en la poderosa hemeroteca acumulada a lo largo de generaciones. También es una época contradictoria, de desinformación, de ruido intencionado, reflejo de un mundo que, como el propio periódico, está en plena transformación. Nuestra única y eficaz herramienta frente a tantos retos se llama periodismo y a él nos consagramos, en defensa de los intereses generales de la sociedad zamorana.