La Organización de las Naciones Unidas -ONU- nació el 24 de octubre de 1945, justo después de la finalización de la II Guerra Mundial, con la idea de crear una organización de Estados que pudiera evitar que se produjeran nuevos conflictos armados entre aquellos países que, compartiendo tal finalidad, solicitaran su incorporación y fueran admitidos. Su documento fundacional, conocido como Carta de las Naciones Unidas, es el instrumento o tratado de derecho internacional en el que se recogen las razones y objetivos que dieron origen a su creación; tratado que es vinculante para todos los miembros que integran la Organización.

En la actualidad, son 193 los Estados miembros que, como tales, están comprometidos en la observación y defensa de los propósitos y principios recogidos en la referida Carta, que son:

Propósitos:

1. Mantener la paz y la seguridad internacionales.

2. Fomentar entre las naciones relaciones de amistad basadas en el respeto al principio de la igualdad de derechos y al de la libre determinación de los pueblos.

3. Realizar la cooperación internacional en la solución de problemas internacionales de carácter económico, social, cultural o humanitario, y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales de todos, y

4. Servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones por alcanzar estos propósitos comunes.

Principios:

1. La Organización está basada en el principio de la igualdad soberana de todos sus miembros.

2. Los miembros de la Organización, a fin de asegurarse los derechos y beneficios inherentes a su condición de tales, cumplirán de buena fe las obligaciones contraídas por ellos de conformidad con esta Carta.

3. Los miembros de la Organización arreglarán sus controversias internacionales por medios pacíficos, de tal manera que no se pongan en peligro ni la paz, ni la seguridad internacional, ni la justicia.

4. Los miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales, se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier estado.

Bla, bla, bla, bla, bla, bla……

Y digo: bla, bla, bla… porque, hoy por hoy, Rusia y Ucrania son miembros de la ONU y, en consecuencia, países que deberían estar comprometidos con la paz; por eso yo me pregunto: ¿qué ha hecho, está haciendo, o va a hacer el máximo organismo internacional en la materia para, en base a sus propósitos y principios, intentar poner orden en un conflicto entre dos países miembros, que está poniendo en serio riesgo de desaparición a uno de ellos -el más débil- y, además, en peligro la paz mundial?

Si la ONU no sirve para poner paz en los conflictos que puedan surgir entre los países que forman parte de su estructura, más valdría que la dieran por extinguida

Sí, ya sé que en el Consejo de Seguridad de la ONU, que es el organismo de la Organización encargado de mantener la paz y la seguridad en el mundo, ya se ha tratado el tema, pero sin éxito, porque como hay cinco miembros permanentes, entre los que se encuentra Rusia, que pueden vetar cualquier resolución acordada por el resto, ha sucedido lo que todo el mundo esperaba. Rusia, haciendo valer tal derecho de veto, con la abstención de China, La India y los Emiratos Árabes Unidos -casi nada- ha rechazado la propuesta de condena a la invasión de Ucrania elaborada a iniciativa de EE. UU. y Albania, a pesar de que contó con el apoyo de 11 de los 15 miembros con derecho a voto presentes en el Consejo.

En la resolución vetada por Rusia, se proponía condenar la invasión de Ucrania, recordando a la Federación Rusa sus obligaciones internacionales como Estado signatario de la Carta de las Naciones Unidas y demás tratados internacionales en vigor en salvaguarda de la paz entre las naciones. En el texto de dicha resolución se instaba a Rusia a dar marcha atrás, a cesar en el uso de la fuerza y a retirar de manera inmediata, total y sin condiciones sus efectivos militares del territorio ucranio…. Bla, bla, bla…

Por eso también me pregunto ¿cómo es posible que, con lo que se lleva vivido, se siga contemplando tal derecho de veto, que es como dar patente de corso a los países más poderosos, militarmente hablando, para que puedan campar a sus anchas por donde quiera que vayan? O mejor dicho, para que personajes tan indecentes, como en este caso lo es Putin, pueda tener en vilo a todo el planeta porque se le ha antojado invadir un país vecino, o no vecino (cabe recordar actuaciones pasadas protagonizadas por otros mandatarios de países también con derecho de veto, cuales son: Estados Unidos de América, China, Reino Unido, Francia y la Federación Rusa)….

Mientras no se apruebe la abolición de tal derecho, y mucho me temo que ni con esas, los países que no pertenezcan a la OTAN, viendo lo que está pasando en Ucrania, van a tener que empezar a plantearse su incorporación inmediata a la organización atlántica, si es que aún están a tiempo, aunque solo sea pensando en su supervivencia. Rusia ya les ha advertido que: “ni se les ocurra intentarlo” (Putin no puede ser más h….)

Si la ONU no sirve para poner paz en los conflictos que puedan surgir entre los países que forman parte de su estructura, más valdría que la dieran por extinguida. Así, al menos, nos ahorraríamos los miles de millones de dólares que cuesta su mantenimiento, que, dicho sea de paso, bien podrían destinarse a otros menesteres más pertinentes.