¿Por qué los portadores de las ideas más bellas como las del PSOE no han ganado las elecciones en Castillas y León? Y ¿por qué a pesar de eso no nos desanimamos? Estas preguntas contienen una afirmación. A primera vista parece una tarea imposible ya que esto ha venido sucediendo desde hace 35 años y no le ha proporcionado una situación de ventaja política.

El Partido Socialista nació en el seno de una sociedad en el que el ideal de la libertad era una necesidad. Los valores socialistas consideran a las personas iguales y con capacidad intelectual para obrar de una manera o de otra, y de no obrar. Pero la igualdad lleva consigo el principio de la libertad. Sin libertad no hay igualdad y sin igualdad no hay libertad. En estos dos principios se funda su ideología, su poder organizador y su constancia en presentarse ante la sociedad.

Hace poco tiempo leí un ensayo, creo que era de un economista, que decía: “las ideologías son el camino que eligen los ciudadanos para no leerse unos cientos de páginas de un programa político cada vez que hay elecciones”.

También deberíamos, los socialistas, haber tenido en cuenta la pereza que da leer un programa político mayor de un par de folios.

Entonces ¿A qué se debe que el proyecto que tiene mejores fundamentos teóricos esté fracasando hasta acostumbrarnos a la derrota electoral? Porque yo afirmo que la ideología socialista es un conjunto de valores morales que se presentan a la sociedad para que los afirme o rechace, porque son libres para hacer una cosa o la otra. En eso es en lo que creemos. Las circunstancias por las que los valores se escapan a nuestro control, parece que en nuestra comunidad, se fundamentan en el rechazo al igualitarismo, o en la inexistencia de expectativas de una justicia social.

Cada vez que los castellano-leoneses hemos sentido amenazada nuestra justicia social y nuestra seguridad económica, hemos buscado la alternativa en la Nueva Derecha, pero no le hemos dado el apoyo suficiente, quizá por precaución, para que puedan “hacer de su capa un sayo.” Si nos encontramos cómodos con la idea de imponer en la comunidad el programa radical de la Nueva Derecha o “ultraderecha”, la reacción humana sería dejar que lo gestionen solos. Ya que las preferencias del socialismo son exactamente el reverso de lo que nos han propuesto durante la campaña el PP y Vox.

Las recientes elecciones de nuestra Comunidad han propiciado la ocasión para que el Partido Socialista, además de recordar la pureza ideológica, explicara que también le importan sus efectos.

En la sede del Parlamento Español, el Presidente del Gobierno, señor Sánchez, ha solemnizado las exigencias políticas al partido ganador de las elecciones, bajo las cuales, está dispuesto a colaborar. La realidad es que el PSOE sólo aspira a imponer sus principios morales, porque la libertad y la igualdad no se negocian.

Nadie duda que la propuesta del Presidente del Gobierno, señor Sánchez, para que el ganador de las elecciones en nuestra Comunidad pueda gobernar, es sincera, y lo hace para que la “ultraderecha” no pueda condicionar las políticas del PP, muy alejadas de las del PSOE, pero menos extremistas que las de Vox con quien se vería obligado a pactar. Gobernar es otra cosa.

Es deprimente que el Partido Popular en una situación política y social con tantas expectativas de cambio de ciclo tecnológico y con tanta gente en situaciones precarias, nada menos que sus máximos representantes, se dediquen a ajustarse las cuentas personales y no acepte la ayuda altruista del Presidente del Gobierno de España. Y no lo hace porque no está interesado en imponer, en la lógica de gobernar, unas ideas tan bellas como las que hemos expuesto anteriormente.

Según los dirigentes del Partido Popular, su éxito, no ha sido ganar las elecciones, sino dinamitar los principios que rigen el ideal socialista, sustituyéndolo por otro en el que los principios de igualdad y libertad sean impuestos al: “ordeno y mando”.

¡Por favor! Señores del PP siento vergüenza del espectáculo que están dando. ¡No pueden callarse!.

(Amador Pérez es secretario para el Reto Demográfico de la Ejecutiva provincial del PSOE)