Esta mañana estando en una oficina de correos para formalizar el voto a distancia, veo un cartel en el que se lee, “ganas de cultura”. Y se explica que se ofrecen 100 posibilidades para visitar teatros. Y pienso, eso es lo que precisamos, cultura electoral y 100 indicaciones para adquirirla. Me pregunto antes de escribir ¿qué cultura electoral tenemos las personas normales entre las cuales me incluyo? ¿Qué formación política básica y permanente hemos recibido? ¿Estamos realmente capacitados para poner un voto consciente, libre, analítico, crítico y responsable en las urnas? ¿En asunto tan importante y de tanta trascendencia se puede uno contentar con tener una idea aproximada, vaga, nula, sesgada o interesada de candidatos y programas? Ta vez es mejor no preguntarse mucho pues las dudas a dar respuestas convincentes y positivas le llevarían a una o uno a la pasividad y decidir que sean otros los que decidan. Y sin embargo, estamos llamados a decidir. Recurro al Diccionario de la Lengua Española (edición de 2014, página 693) para transcribir lo que los expertos entienden por cultura que es definido como conjunto de conocimientos que permite a alguien desarrollar su juicio crítico. Y me sigo preguntando si en cuestión de tanta importancia tenemos conocimientos que nos permitan desarrollar un juicio crítico y luego de un análisis de contenidos, comparativo, acertemos con la propuesta más ética, sincera y buena para todos.

El día de las elecciones nos encontraremos con mesas y mesas llenas de papeletas que contienen cientos de nombres y sobres. Nuestra es la posibilidad de saber elegir la más conveniente

Analizando algunos titulares que nos ha brindado la prensa en estos tiempos es fácil intuir que la clase política nos ha regalado con vaguedades, frases hechas que no nos llevan a formular un juicio crítico, completo y veraz sobre la mejor proposición. Transcribo algunas: Mañueco anuncia reducciones fiscales para favorecer a los territorios de Zamora (La Opinión 20.1.2022) o estas otras, Bolaños critica que el PP trate de boicotear los fondos europeos. Ciudadanos garantiza que jamás apoyará la investidura del actual candidato del PP regional. El PSOE llama a elegir entre dos modelos: corrupción o decencia. ¿Han transmitido con esos decires conocimientos que permitan desarrollar un juicio crítico? ¿Y cómo podemos llegar a esos conocimientos sobre las 26 agrupaciones que quieren un poco o mucho en la tarta, que no tarea y trabajo de las Cortes regionales? Hace buen análisis Agustín Ferrero (La Opinión de Zamora 19 de enero) Lo de la proliferación de minipartidos se veía venir desde hace tiempo, porque los nacionales, PP y PSOE, ya llevan cuarenta y seis años tomándoles el pelo a la gente de estas tierras, y no es cosa de creerse que ahora sea precisamente el momento en que se lo van a tomar en serio.

Porque queramos o no, el día de las elecciones nos encontraremos con mesas y mesas llenas de papeletas que contienen cientos de nombres y sobres. Nuestra es la posibilidad de saber elegir la más conveniente o la menos mala. La cultura política para llegar a tal meta implicaría entre otras cosas conocer y saber sobre los valores, creencias y pautas de conducta relevantes para el ejercicio de sus funciones de partidos y elegidos. La política, su ejercicio, constituye el ámbito de la sociedad relativo a la organización del poder. Es el espacio donde se adoptan las decisiones que tienen proyección social, es decir, donde se define cómo se distribuyen los bienes de una sociedad, o sea, qué le toca a cada quién, cómo y cuándo. Y esto no lo explican Aunque sea lo menos malo o con voto de castigo, recurriendo al voto nulo, participemos, pues, es nuestra obligación y grandeza Y si llegamos al convencimiento que no estamos bien preparados, preparémonos para las siguientes.

Sería bueno que la formación política, del servicio a la cosa púbica, al interés de todos, se incluyera dentro de la Enseñanza obligatoria y durante los largos veranos, los ayuntamientos y otras instituciones y asociaciones, incluidas las de jubiladas y recreativas, en la organización de sus fiestas incluyeran conferencias y debates con los políticos en ejercicio y los politólogos del conocimiento. Un pueblo culto es un pueblo que sabe discernir con criterio y por tanto elegir a su tiempo.