A todos los tipos de exclusión de los que nos informa Cáritas, hay que añadir la exclusión financiera que afecta fundamentalmente a un sector de la población al que hay que apoyar y defender a capa y espada si es preciso. Hablo de los mayores, de nuestros mayores y lo digo no con sentido de la propiedad, sería absurdo, lo digo con sentimiento de pertenencia. Porque ellos, los mayores, son nosotros y nosotros somos ellos. Estoy a muerte con la plataforma “Yayoflautas” de Murcia, con don Carlos San Juan, 78 años, iniciador de la campaña “Soy mayor, no idiota”, como lo estoy con todas aquellas personas y colectivos que han mostrado y muestran su apoyo a estas iniciativas.

¡Ya está bien! Hay que posicionarse a favor de los abuelos, de las personas mayores a las que les están poniendo las cosas muy cuesta arriba, dándoles un trato que no merecen, cuando son ellos, con sus pensiones, los que mantienen a los bancos. Son mayores, y eso no debe ser un obstáculo. No puedes llegar a la jubilación para que te hagan eso. Ni la Sanidad, ni la banca ni ningún otro sector puede maltratarlos de palabra, obra u omisión. Les debemos tanto a nuestros mayores que ya va siendo hora de que les hagamos ver que pintan mucho en nuestras vidas, que las enriquecen con sus testimonios, con su ejemplo. No me vale una chocolatada con churros.

Por favor, señores de la banca, los de abajo, los del medio y los de arriba del todo dispensen un trato humano a nuestros mayores, trátenles como personas no como objetos animados. Las personas mayores se encuentran ante una exclusión financiera por la falta de atención presencial. Pero, ¡coñe!, si es un placer hablar con ellos, si son los que dan vida a las entidades bancarias. No puedo soportar ver a una persona mayor luchar contra un cajero automático que no entiende. En lugar de facilitarles las cosas se las complicamos de mala manera. Si todos somos jubilados en potencia, deberíamos ser más cuidadosos y coherentes con la situación. Porque mañana podemos atravesar por situaciones iguales o peores.

Puesto que en otros puntos de España, los mayores empiezan a tomar las calles para manifestarse contra los bancos, si en Zamora, también piensan realizar movilizaciones, que me avisen. No me importa ir sujetando la pancarta. Hay que hacer visible la situación ya que la banca se empeña en hacer invisibles a nuestros mayores. Más atención presencial. Más trámites sencillos, más oficinas abiertas y más personas a las que plantear nuestras dudas. Ojo, porque las personas mayores constituyen un porcentaje cercano al 25% de la población.