“Con la sombra en la cintura ella sueña en su baranda, verde carne, pelo verde, con ojos de fría plata”. Así nos presenta Federico García Lorca la funesta historia de dos amantes: él, un contrabandista que huye de la Guardia Civil, ella, una joven que emulando a Penélope espera el regreso de su amado acodada en el balcón. Uno fallece como consecuencia de sus graves heridas y la otra se suicida arrojándose al aljibe y poniendo punto y final a su agónica espera. En este “romance sonámbulo” de García Lorca no falta ningún ingrediente de la tragedia clásica, y el omnipresente color verde transita del viento a las ramas, y del mar a las montañas.

Un color verde que impregna todo lo que toca y que no se detiene ante nada. Ese mismo verdor que acompaña a los paseos ribereños de nuestra ciudad, y que encuentra entre los pinos y explanadas del bosque de Valorio su máximo esplendor. Al igual que una gran mayoría de zamoranas y zamoranos, guardo una relación muy especial con nuestro bosque. Valorio es un lugar en el que disfruto perdiéndome por sus veredas y encontrando renovadas fuerzas para afrontar las contingencias de la vida cotidiana. Un emplazamiento que acostumbro a visitar para poner en orden ideas y pensamientos, proyectos y retos de futuro, y que la semana pasada me ayudó a terminar de dar forma a la última iniciativa presentada por los concejales socialistas. En una de esas tardes deambulando sin rumbo fijo por sus senderos, vinieron a mi memoria algunas de las estrofas del “Romancero gitano” donde el verde se extiende por doquier. En aquel momento, el título de aquel poema de García Lorca cobró un nuevo sentido para mí y se convirtió en el encabezamiento idóneo para condensar el conjunto de propuestas que, en días posteriores, el Grupo Municipal del PSOE presentaríamos a la Concejalía de Medio Ambiente.

El verde que inunda nuestro bosque y nuestros parques, y que engalana nuestras aceñas y nuestras riberas, es un llamamiento a la esperanza que no debemos ignorar

Desde hace varias semanas, mis compañeras y yo, venimos trabajando en un documento de carácter transversal que tiene como principal objetivo mejorar la calidad medioambiental de la ciudad y proteger los espacios naturales que son nuestra seña de identidad. “Verde que te quiero verde” es una recopilación de acciones para desarrollar el “Plan de Acción por el Clima y la Energía Sostenible” del Ayuntamiento de Zamora. Medidas inspiradas en programas desarrollados en otros ayuntamientos cercanos y que van desde el incremento del arbolado urbano a la promoción de las comunidades energéticas, de la movilidad sostenible, de los huertos urbanos y del consumo de cercanía.

Entre toda la panoplia de propuestas, desde el Grupo Municipal del PSOE hemos querido destacar la creación de un “corredor azul-verde” que recupere la vegetación de ribera en los paseos del Duero, que incentive el tránsito de senderistas, y que promueva un plan de acción integral para la conservación y protección del bosque de Valorio. Al mismo tiempo, subrayamos la urgente necesidad de rehabilitar y proteger los ingenios hidráulicos del Duero y muy especialmente de las Aceñas de Gijón, una ubicación perfecta donde poner en marcha un proyecto piloto que genere energía hidroeléctrica a través de sus molinos. Todas estas medidas pueden ser supervisadas por una Oficina por el Clima y la Energía Sostenible, acompañadas por el avance en la digitalización de los servicios municipales limitando el uso de papel, y complementadas con intervenciones para evitar la emisión de vertidos al Duero, para sellar vertederos, para reparar caminos tradicionales y para favorecer el tránsito peatonal.

En definitiva, los concejales del PSOE ofrecemos un amplio documento que sirve como paradigma de una oposición constructiva y en positivo, una oposición centrada en resolver problemas cotidianos y en fijar objetivos alcanzables en el corto y medio plazo. Para ello proporcionamos alternativas de actuación que, sin incurrir en gastos excesivos, permitirían proteger mejor nuestro patrimonio histórico y ambiental. Actuaciones que, en suma, servirían para garantizar que Zamora siguiese siendo una ciudad en la que la biodiversidad y el equilibrio ecológico son el acompañamiento perfecto a su riqueza arquitectónica y paisajística.

Para alcanzar estas metas no debemos aplazar por más tiempo el momento de actuar. Como ilustra el poema de García Lorca con la historia de aquellos dos enamorados, la esperanza puede tornarse desesperanza, y el color verde dejar de evocar a la vida para simbolizar a la muerte. El verde que inunda nuestro bosque y nuestros parques, y que engalana nuestras aceñas y nuestras riberas, es un llamamiento a la esperanza que no debemos ignorar. No esperemos más tiempo para cuidar y proteger lo más preciado que tenemos, antes de que sea demasiado tarde.

(*) Portavoz del PSOE en el Ayuntamiento de Zamora