Con la movida de la “España Vaciada”, esa que, hasta hace poco tiempo, el presidente de la Comunidad Autónoma de Castilla y León se empeñaba en que la llamáramos la “España de las oportunidades”, han ido apareciendo partidos localistas o presuntamente localistas. Su fin - al menos es lo que dicen – es la defensa no partidista de su patria chica, o lo que es igual, la defensa de lo local sobre los intereses de los partidos nacionales, que ya se sabe de que pie cojean. Esos grandes partidos que se han venido repartiendo el botín, han dejado meridianamente claro a través de los políticos de esta comunidad que, exógenamente, se han dedicado a promocionar a determinadas regiones, por el mero hecho de que allí se ponían el traje de independentistas; y endógenamente, porque, a nivel de comunidad autónoma, solo se han preocupado de aumentar el tamaño del nido del cuco, o lo que es lo mismo, de la capital de la región, en nuestro caso de Valladolid.

Así que, a la “España Vaciada” se han ido adhiriendo plataformas defensoras de lo propio. También en nuestra Comunidad Autónoma: ora en Salamanca, ora en Palencia, ora en Burgos u ora en Valladolid, pero no en Zamora. Y es que lo de la proliferación de minipartidos se veía venir desde hace tiempo, porque los nacionales, PP y PSOE, ya llevan cuarenta y seis años tomándoles el pelo a la gente de estas tierras, y no es cosa de creerse que ahora sea precisamente el momento en que se lo van a tomar en serio. Porque está más claro que el agua que su política está basada en que las regiones más ricas lo sean cada vez más y las pobres cada legislatura que pasa se encuentren más jodidas, menos asistidas, más vacías.

Lo raro es que no haya empezado a funcionar antes este movimiento en defensa de lo propio. Porque, si uno no defiende lo suyo, que coños va a defender. De manera que, por fin, ahora, algunos espíritus inquietos, amantes de su tierra, han tirado para adelante, no para provocar tormentas, pero sí para recoger parte del agua de la lluvia. Y que mejor manera de hacerlo que poniendo como objetivo ganar unos cuantos escaños (Ya sea en la Comunidad o en el Parlamento Nacional) que les permita exigir un trato justo. Siendo conscientes que para exigir es necesario tener poder (está demostrado que de nada valen los argumentos) y que el poder solo se tiene consiguiendo un número importante de escaños, los localistas se han puesto a la faena. Porque nadie duda que sus representantes, contarán lo mismo a la hora de votar en cualquier Parlamento. Por fin se es consciente de que hay que hacerse oír, y a ser posible coger la sartén por el mango.

Ha llegado el momento de mirar con lupa a esos partidos de nuevo cuño, no vaya a ser que se esconda en ellos alguno de los partidos de siempre, e intenten dar agua por vino

Hay estudios que hablan de un nicho de veinte escaños, a nivel nacional, para este movimiento reivindicativo de las provincias y regiones más desamparadas. De manera que, ahora, al ver que la idea va tomando forma, los mayoritarios se han empezado a poner nerviosos, porque ven amenazada su hegemonía, y reaccionan para chafarles la idea. Es claro que si aumenta el número de pescadores, cuando tiren la caña van a picar menos barbos, lo que puede poner en peligro su dominio del mercado.

Una de sus estrategias, puede haber sido la de haber creado partidos propios de clase “B” o de “marca blanca” (Como quiera llamarse) que aparenten ser lo que no son, para que todo siga lo mismo. De ahí que haya llegado el momento de mirar con lupa a esos partidos de nuevo cuño, no vaya a ser que se esconda en ellos alguno de los partidos de siempre, e intenten dar agua por vino. Mirar con cuidado cuales si, y cuáles no, son o no son, una “marca blanca”, es un ejercicio necesario de cara a las elecciones.

No queda otra que mirar con lupa el programa electoral de cada uno de ellos y repasar el curriculum de los candidatos (al menos de las cabezas de lista) de cada formación, para estar seguros de que son lo que parecen.

De hecho, algunos de los analistas que siguen los pormenores de este movimiento afirman que determinados partidos, que no forman parte del grupo de la “España Vaciada”, empiezan a dar muestras de partidismo. Así dicen que en Segovia hay un grupo cuyo dirigente es un “ex” de Ciudadanos, en Ávila otro que es una escisión del PP, y en Palencia otro cuyo coordinador va dejando mensajes tipo VOX.

En Soria, “Soria ¡ya!”, y en Zamora, “Zamora Decide” (Antes “Ahora Decide”), tienen unos programas que, en opinión de algunos, no se diferencian mucho del de “España Vaciada”, lo que viene a dar cierta claridad a sus posibles electores. Pero, lo cierto es que los dos pequeños partidos zamoranos - el ya citado “Zamora Decide” y “Por Zamora”- así como otros, regionales y animalistas, a nivel local aún más pequeños, como Prepal, Pacma, UPL Y PCAS-TC-RC no se han puesto de acuerdo para ir juntos, lo que, sin duda, irá en perjuicio de todos ellos.