En tiempo de pandemia se ha desatado una ola informativa fuera de toda ética por falaz e impertinente, así como abusiva. Han surgido numerosos informantes y contertulios que lo mismo opinan de fútbol que de los agujeros negros del espacio, mayormente negativos en sus comentarios e informaciones. Tampoco la prensa escrita, radiada o televisiva ha podido evitar una información saturada, excesiva a todas luces con numerosas imprecisiones y contradicciones de lo que no se libran los diversos dirigentes políticos de este pais en sus apariciones ante los medios.

Todo ello lleva al personal a una situación de estrés y confusión perjudicial. Una buena información además de veraz y contrastada debe ser básica y concisa en su contenido emitida por las personas capacitadas para ello, cosa que ahora no sucede y así nos va.

Angel Santamaría Castro