La oposición está enfadada, muy enfadada con Pedro Sánchez. La culpa la tiene el ‘préstamo’. Cuando se han enterado que el préstamo ha sido a fondo perdido han estallado en cólera y se han posicionado. Y todo, ¡bah!, ¡qué tontería!, porque Pedro le ha prestado su juguete favorito, el Falcon, a su socia de gobierno, y oposición en la sombra, Yolanda Díaz. La vicepresidenta comunista lo necesitaba con toda urgencia, para realizar una visita privada al Papa, dicen que también comunista. No pudo sacarse un billete de Iberia o de Alitalia, no, eso se deja parara los pobres mortales. Esta señora ni siquiera podía ir en ‘business’, tenía que hacer de una visita privada algo oficial. No hay quien lo entienda.

La campaña de autobombo de Díaz, la va a llevar a utilizar el jodío avioncito en más de una ocasión, tiempo al tiempo. Y eso que el transporte favorito de Sánchez y Díaz, cada vez que enciende motores y echa a volar es infinitamente más contaminante y costoso que cualquier otro medio de transporte. Hasta el punto de que, según una investigación universitaria, llevada a cabo por el profesor Muñoz Rico, este avión contamina más que 550 coches diésel. Este de hoy no es aquel Sánchez, que aseguraba: “cuidar del planeta es cuidar nuestro país y a quienes lo habitamos”. Quién lo diría dado el apego que tiene al ‘Falcon’.

El comunismo evoluciona a pasos agigantados, ahora más cerca de la Iglesia que nunca. La Díaz con el Papa y Alberto Garzón, ministro de Consumo, presidiendo una entrega de premios en un colegio concertado de Cuenca donde se reunió con monjas del centro. Ha dejado amplia constancia de ello a través de las redes sociales de su ministerio. La vicepresidenta rizó el rizo recomendando a sus señorías de la derecha, especialmente a García Egea, que lean a San Mateo “19:23-30”, recomendación que no ha dudado en hacer en pleno debate del Congreso de los Diputados, Para quien no lo recuerde se trata de aquel versículo en el que Jesús dice a sus discípulos: ”Os aseguro que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja que a un rico entrar en el reino de Dios”. La que viajó en la aeronave fue la vice.

Cuán emotivo y bonito todo lo sucedido. Díaz y Garzón parecen conversos. Sabido es la mala fama de los susodichos. En la Iglesia no existe el rencor. Atrás quedan episodios como el de la compa de Yolanda, Rita Maestre, mostrando sus pechos en la capilla de la Complutense. ¡Iglesia redentora!