De izquierda a derecha y de derecha a izquierda, pasando por el centro, miremos como miremos, solo vemos el desierto, una falta absoluta de estímulos y de motivación, de líderes que sean capaces de transmitirnos confianza, seguridad y firmeza, de políticos que den la talla y que respondan a la confianza en ellos depositada.

De izquierda a derecha nos encontramos con un Gobierno de intereses partidistas, y una oposición beligerante, que no hacen ningún favor a una Democracia que se sostiene porque, mientras no se demuestre lo contrario, es el sistema político menos malo, y porque los ciudadanos queremos que siga siendo así. Pero todo tiene un limite, los políticos lo están sobrepasando sin ser conscientes de que están poniendo en serio peligro la estabilidad del país.

No es nada nuevo que los políticos solo miren por sus propios intereses y los de sus correspondientes partidos, pero lo que está ocurriendo últimamente es exagerado.

A mí, personalmente, me han defraudado todos, sin excepción, y me traen completamente sin cuidado lo que digan las encuestas sobre la valoración de los líderes y la intención de voto, porque, digan lo que digan, no hay auténticos lideres y aunque mi intención sería no votar en futuras elecciones seguro que lo acabaré haciendo porque si no votamos se acaba la Democracia: Pero no me molan para nada los políticos que tenemos, de izquierda a derecha y de izquierda a derecha, pasando por el centro, pero es lo que hay y nos los tenemos que comer con patatas.

Enrique Stuyck Romá