Es donde quiere mandar el Gobierno de España, con la inestimable ayuda de los ayuntamientos, a los vehículos en las ciudades. Directamente, a tomar por el saco. Sin ambages, sin miramientos, sin equívocos, ni sutilezas que valgan. ¿Qué pasa? Pus que el Ejecutivo quiere completar los peajes urbanos con precios muy caros por aparcar en la calle para expulsar a los coches de las ciudades y evitar, sobre todo en las grandes, el nivel de contaminación que soportan.

La estrategia del Ministerio correspondiente, el de la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, es clara. La implantación de zonas de bajas emisiones pasa también por los Ayuntamientos a los que el Ministerio de Teresa Ribera sugiere, que no ordena, que implementen estas zonas antes de que finalice 2022. Además les ‘sugiere’ dar una vuelta de tuerca a los sistemas de estacionamiento regulado, no sólo extendiéndolos a más áreas sino también encareciéndolos de tal modo que desplazarse a la ciudad en coche sea económicamente poco atractivo.

Blanco y en botella. Más impuestos. Los Ayuntamientos de España no necesitan muchas sugerencias en ese sentido y el de Zamora no se queda atrás, por supuesto. Quien aseguró, y de cuyo nombre no logro acordarme, que nos iban a freír a impuestos, iba encaminado. El Ministerio de doña Teresa, vuelve a sugerir a los ayuntamientos al respecto de cómo implantar los sistemas de aparcamiento que, “se puede plantear una tasa o impuesto anual de elevada cuantía para permitir estacionar en la calle”. Digo yo que con eso de la “elevada cuantía” se referirán a las grandes ciudades tipo Madrid, Sevilla, Bilbao, Barcelona, con permiso de Pere Aragonés y Ada Colau, porque estos van a su bola que no es la del resto de España.

¿Qué van a conseguir con todo eso? Pues ni más ni menos que mandar a tomar por el saco a nuestra de por sí mermada economía. Los aparcamientos quedaran para los coches oficiales, que tienen bula, y para los automóviles de la gente pudiente. Los del sueldico, lo llevamos crudo. Bueno, servidora no tiene ni coche, tiene una humilde bicicleta regalo de mi primo Ángel Luis que, obviamente, en invierno la guardo a buen recaudo. Me encanta Mila Rueda, que en invierno y en verano no utiliza otro medio de transporte.

La cosa no para ahí porque el Ministerio apuesta directamente por reducir plazas de aparcamiento en las ciudades para disuadir a los conductores de que vayan en coche a las urbes. Reducir el volumen de vehículos es el objetivo. No me diga que no, señor Guarido, se lo han puesto en bandeja y sin despeinarse.