El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades ha recomendado una tercera dosis de refuerzo de las vacunas para toda la población general mayor de 18 años, con especial prioridad en los mayores de 40. Esto pinta mal. En principio recomendaban la tercera para los mayores de 60 años y ahora, en pocos días, rebajan la edad a los 18 años con especial atención a los mayores de 40. El Covid está disparado. Hay quienes no lo quieren ver, pero es así. La autoridad sanitaria española no debe confiarse porque, según este centro europeo, existe un “riesgo alto” de explosión de casos en diciembre y enero, ya que tan solo está vacunada el 70% de la población europea.

Como para hacer planes. Como para salir de viaje a cualquier país de la vieja Europa. El avance de la pandemia es imparable. Últimamente veníamos hablando de ella como si fuera algo del pasado cuando es presente puro y duro. Hay quienes piensan que el problema lo tiene el resto de Europa, cuando no es así. Si por estos lares no se ponen medidas, al grito de ¡ya!, contra el Covid, España estará como el resto de Europa en semanas. Me parece absurdo que haya quien sostenga que esto es una exageración. Israel, país pionero en administrar una tercera dosis al conjunto poblacional, ha demostrado, merced a los estudios realizados por sus expertos, que la tercera inyección previene no sólo de los síntomas más graves que conllevan el ingreso en el hospital o el fallecimiento, sino también la transmisión. Y de eso se trata, de cortar esa ‘correa’ de transmisión que se ha establecido.

Este tercer pinchazo de refuerzo que tantos se niegan a ponerse, genera hasta tres veces más protección que si tan sólo se cuenta con las dos primeras dosis. A servidora le han contado historias inverosímiles sobre la inconveniencia de vacunarse, algunas incluso surrealistas, de ciencia ficción, pero lo cierto es que caen más los que no han recibido ninguna dosis, que aquellos que portan las dos. No sé si algo de razón les asistirá, pero servidora no va a seguir sus recomendaciones contrarias a lo que estima la autoridad sanitaria.

La última novedad entre los negacionistas es que sanitarios y gobiernos enteros se han vendido. Dejémonos ya de especular, dejémonos ya de creernos Iker Jiménez e invitados y sigamos las recomendaciones sanitarias al respecto. Porque aquí, en esta Zamora de nuestros pecados y nuestras virtudes, el virus está empezando a hacer de las suyas. Sin alarmar a la población, que lo cuenten de una vez. Así que, vamos todos a por la tercera.