Esta semana, con la presencia de Jesús Julio Carnero, consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, se ha firmado en Toro el convenio suscrito entre el ITACYL, la Sociedad Estatal de Infraestructuras Agrarias (SEIASA) y la Comunidad de Regantes del Canal de San José para la ejecución de las II y III fases de las obras de modernización de este canal.

Más de un año y medio ha pasado, desde que se firmara el primero de ellos y las obras desde la capital a Villaralbo (fase I) no han comenzado aún. Este proyecto, como muchos otros, se encuentran paralizados por trámites ambientales dependientes del Ministerio para la Transición Ecológica. A esto se une un futuro incierto, pendiente de la aprobación de los nuevos planes hidrológicos que en sus borradores parecen que anteponen el ecologismo a la satisfacción de las necesidades básicas como el agua de la que dependen la producción de estos alimentos. Para que estos procesos de modernización avancen es necesaria la máxima colaboración del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Se trata de modernizaciones donde el impacto sobre el medioambiente es muy favorable con el ahorro del agua, la eliminación de barreras físicas y la mejora del paisaje, por lo que las tramitaciones ambientales deberían ser más ágiles y simplificadas por el Ministerio del Gobierno de España.

Modernización y evolución

España cuenta con la mayor superficie de regadíos de Europa con 3,8 millones de hectáreas y, este medio de cultivo ha sido una herramienta clave para la competitividad del sector agrícola por su capacidad de generar valor.

El regadío sostenible junto a la digitalización y el relevo generacional son los tres pilares sobre los que se va a sustentar el modelo de actividad agrario en un futuro próximo.

Nuestra provincia cuenta con un potencial riquísimo y con un valor incalculable gracias a los regadíos de la Vega del Duero y necesita, ahora más que nunca la puesta en marcha de éste y otros muchos proyectos. En un tiempo en que la huida de jóvenes de nuestros pueblos es la tónica general, debemos revertir esa tendencia. El mundo rural se sostiene aún, pese a las muchas dificultades, gracias a las mujeres y hombres que han decidido resistir y quieren mejorar sus explotaciones para ser más competitivos, emprendiendo así nuevos proyectos que les permitan vivir en su pueblo y fijar población.

Todos ellos merecen nuestro reconocimiento y nuestro apoyo y tienen abiertas las puertas del Partido Popular para exponer sus inquietudes, para manifestar sus dificultades y el compromiso de que estaremos junto a ellos, apoyándoles y defendiendo sus intereses.