…generoso, sabio, y, sobre todo, un sacerdote ejemplar. Nos referimos, claro está, a Don José Muñoz Miñambres, canónigo de la Catedral de San Salvador, de Zamora, recientemente fallecido.

Y es que ya se echa de menos su atento saludo durante su transitar por las Rúas de los Notarios, de los Francos, siempre “echando un parlao”, con sus innumerables amistades, prueba de su bonhomía, de su acercamiento cariñoso y amable al “pueblo de Dios”.

Y de su inmensa bondad manifestada, por ejemplo, en la entrega de sus conocimientos, como licenciado en Historia, y de su tiempo en las magníficas, por su claridad, exhaustividad, amplitud y profundidad expositiva, conferencias sobre el arte inmenso que tiene la Sede episcopal zamorana, celebradas hace pocos años.

Y qué decir de sus libros de lectura asequible a todos, por su amenidad, fácil comprensión, que “engancha”, que contribuye a que los “acontecimientos pretéritos” l,as “fábricas” y su contenido artístico, a las que se refieren, sean mejor comprendidos, nos “ilustren” de su historia y significados, etc. Entre otros títulos están “Historia artístico-monumental de la nobilísima villa de Benavente “, “Historia civil y eclesiástica de Zamora” o “Porqué Zamora es así”.

Y es que uno de los mejores homenajes que se pueden hacer a quienes han publicado es leer, releer, sus textos; pues además, del beneficio que obtiene todo lector para sí mismo, al agrandar su espíritu y conocimientos, está el homenajear, revivir, a quiénes los escribieron.

Y es que, si siempre conviene, para la superación personal, fijarse en los “mejores”, para tomar “buena nota” de sus virtudes y atributos, para intentar llegar a la “altura de sus tacones”, más si cabe, cuando “nos dejan”, cuando ya se puede, en principio, hacer su balance vital definitivo, para “aprender” de su vida modélica.

Y siempre estarán los comentarios y entrevistas de D. José en LA OPINIÓN DE ZAMORA, en el Canal Castilla y León TV, La 8 Zamora; una de las grandísimas ventajas que ofrecen los medios de comunicación; siempre vivos.

Y con el agradecimiento, el recuerdo, el respeto, etc., a quien tanto ofreció, en todos los aspectos vitales, “gratis el amore”. Descanse en paz, con su hermana y seres queridos. “Sit tibi terra levis”.

Marcelino de Zamora