En medio de tanto agobio por el desastre del volcán en La Palma, de las zascas para aprobar los presupuestos y de las informaciones sobre el cambio climático, una sencilla mujer zamorana de 80 años ha humanizado a media España. Como ella misma ha dicho en un vídeo, se llama Elvira Turiño Pérez y es de Pajares se la Lampreana, en donde nació y sigue viviendo, a pocos metros de la iglesia parroquial.

Su deseo de hacerse una fotografía con el futbolista croata Luka Modric se hará realidad. El mismo jugador le ha respondido en un vídeo que la espera pronto y que le dará una camiseta suya de regalo.

Elvira, viuda dese hace algunos años y madre de dos hijos, es una mujer que ha derrochado siempre espontaneidad y alegría. Se apoda La Parra, porque a su padre lo llamaban Parro. Un hermano mío apodado Canina, taxidermista, entre otras habilidades, le dijo en una ocasión: “¡Cuántas ganas tengo de disecar una parra!” Ella le replicó con desparpajo: “Para disecar a esta Parra hace falta mucha canina”.

La espontaneidad y la sencillez de una mujer ha demostrado que los sueños, cuando son sinceros, pueden verse cumplidos, aunque haya que ir tras ellos con un bastón en la mano

Como la mayoría de las mujeres rurales, Elvira no ha tenido una vida fácil, pero ha sobrellevado los contratiempos con salero. Nunca con amargura. Posee una memoria prodigiosa y, a la menor, suelta una sabrosa sentencia. Hace muchos años le oí decir sobre un paisano bastante voluble: “Tiene más pareceres que una veleta; lo que dice hoy, no amanece mañana”. Y en otra ocasión sobre una persona que callejeaba mucho: “Si se le cae la casa, no lo pilla encima”.

Ha sido siempre una mujer hacendosa y, sobre todo, animadora incombustible durante la fiesta de las Águedas, vestida con traje de carbajalina o de lo que fuere. Los hombres y mozos a quienes pedía la miaja no se podían resistir a soltar unas monedas, aunque solo fuera para evitar alguna que otra pulla. O para ser aceptado en el corro y escuchar: “El señor (se cita el nombre del hombre) ha entrado en el baile / que lo baile, que lo baile, que lo baile. / Y si no lo baila / medio cuartillo pague / que lo pague, que lo pague, que lo pague. / Que salga usted, / que lo quiero ver bailar, / saltar y brincar, / dar vueltas al aire”.

A sus 80 años, Elvira sigue derrochando viveza, como se ha podido ver en un vídeo que ha emocionado al propio Modric, cuya fotografía decora su casa junto al escudo del Real Madrid. Tal ha sido el impacto de su desparpajo que han ido a entrevistarla a Pajares de la Lampreana varias cadenas de televisión. La espontaneidad y la sencillez de una mujer ha demostrado que los sueños, cuando son sinceros, pueden verse cumplidos, aunque haya que ir tras ellos con un bastón en la mano.